Los rebeldes libios comenzaron a mostrar descontento con la actitud de la OTAN en su país e incluso se plantean exponer este tema ante el Consejo de Seguridad de la ONU, según el jefe del Estado Mayor de las fuerzas rebeldes, Abdel Fattah Younes.
“Las fuerzas de la OTAN actúan con extrema lentitud permitiendo a las tropas de Muammar Gaddafi realizar traslados y ocupar ciudades, tras lo cual ya es tarde para hacer algo”, dijo Younes en una rueda de prensa en Bengasi. Ante tal situación, el Consejo Nacional libio de Transición podría pedir a la ONU que suspenda la operación internacional en Libia, advirtió el jefe de los rebeldes. “La OTAN nos ha decepcionado”, concluyó.
Younes también denunció la complicada situación humanitaria en la ciudad de Misrata, sitiada por las tropas de Gaddafi desde hace 40 días. “No tienen agua potable, ni fármacos, ni siquiera alimentos para niños”, lamentó. Además, negó la división en la cúpula militar de los rebeldes, pero señaló que sus compañeros luchan con armas obsoletas, mientras que el Ejército de Gaddafi dispone de modernos vehículos blindados, carros de combate y cañones poderosos.
Sin embargo, la portavoz de la OTAN, Oana Lungescu, no está de acuerdo con estas acusaciones. “Los hechos hablan por sí mismos. Las operaciones continúan. Los aviones han realizado 851 salidas en los últimos 6 días. Estamos cumpliendo la misión”, aseguró. Antes el jefe de las operaciones del comando de la OTAN, el general Mark van Uhm, había declarado que los ataques aéreos occidentales ya destruyeron casi el 30% del poder militar de Gaddafi.
Por su parte, Moscú mostró su preocupación por la posible ayuda militar a los rebeldes libios por parte de la OTAN. “Si se trata de medidas dirigidas a la defensa de la población civil, como exige la resolución de la ONU, es una cosa. Pero es un asunto diferente si estos llamamientos significan que los rebeldes piden a la OTAN apoyar a sus fuerzas armadas. En este caso, sería una intervención en una guerra civil, no sancionada por el Consejo de Seguridad”, declaró el canciller ruso, Serguéi Lavrov. Además, exhortó a la Liga Árabe y a la Unión Africana a que participen activamente en el proceso de regulación de la situación en Libia.
El presidente ruso, Dmitri Medvédev, confirmó que Rusia no participará en la intervención militar en la región del Norte de África e insistió en la necesidad de buscar vías pacíficas para solucionar el conflicto. “Consideramos que toda la serie de enfrentamientos que se están desarrollando actualmente deben resolverse por la vía pacífica, sin participación de fuerzas armadas y basándose en la mediación internacional”, señaló.
El canciller francés, Alain Juppé, por su parte, admitió que la intervención militar de las tropas occidentales en Libia ahora se pone más difícil y que hay riesgo de estancamiento del conflicto. “Sobre el terreno, la situación militar es confusa e inestable”, dijo Juppé en una entrevista a una emisora de radio francesa. El funcionario señaló también que las tropas del líder libio actúan ahora con camionetas y todoterrenos, objetivos más difíciles de alcanzar desde los aviones.