La población hispana en EE. UU. está nuevamente en una posición bastante complicada; esta vez debido a las consecuencias de la crisis económica mundial. El sector inmobiliario de EE. UU. sufrió una caída significativa, lo que llevó a una situación de inseguridad a muchos habitantes del país, incluidos numerosos latinoamericanos.
Según una encuesta reciente, realizada por Impremedia/Latino Decisions, un 37% de los hispanos que viven en sus casas, y un 43% de los inquilinos, temen perder sus hogares en el próximo año debido a los altos precios que ahora deben pagar.
Prácticamente cada uno de los habitantes de EE. UU. ya sintió los efectos de la crisis: un 51% ya gastó todos los ahorros para lograr pagar el precio mensual de su vivienda, y un 34% tuvo que dejar de realizar otros pagos para hacer frente a esta situación.
Según el consultor de economía y fianzas, Isaak Cohen, entrevistado por RT, la crisis afectó a la comunidad hispana no solo de una manera directa. “Muchos hispanos trabajan en la construcción”, explicó. “Y entonces al disminuir la construcción de casas nuevas se han quedado sin empleo”.
La causa de todas estas dificultades no solo es la crisis global, sino también el modelo equivocado de todo este sector en el país, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). Los especialistas de la organización llegaron a esta conclusión en su "Informe sobre la estabilidad financiera en el mundo".
El sistema, bajo la cual funciona el sector, se califica por el fondo como mal regulado y de difícil acceso para las familias con bajos recursos. El FMI ve imprescindible reformar varios aspectos del enfoque de EE. UU. en este aspecto, y aconseja que los norteamericanos se basen en las medidas adoptadas en otros países.
Las soluciones, que recomienda el organismo, consisten en una regulación más estricta de los préstamos hipotecarios, así como una intervención pública más transparente y más orientada a la gente con bajos ingresos. Junto a ellas, el FMI comenta, que apoya las recientes iniciativas del gobierno norteamericano, que también ya destacó la necesidad de reformar el sector.
El documento del FMI también indica, que las medidas propuestas son capaces no solo de ayudar al sector inmobiliario de EE. UU., sino también fomentar y estabilizar la situación en toda la economía mundial.