El gigante periodístico News International, propiedad del magnate de comunicaciones Rupert Murdoch, podría enfrentarse a demandas judiciales multimillonarias o hasta a una posible investigación criminal por las escuchas ilegales de conversaciones privadas, realizadas por los empleados de su tabloide News of the World.
Y esto es más que posible ahora, que la compañía ha admitido oficialmente y pidió perdón por las escuchas telefónicas a 8 personas, incluidos la actriz y modelo Sienna Millar, la exministra laborista Tessa Jowell y su exmarido, el abogado David Mills.
“Ahora más personas se apresurarán hacia los abogados”, afirmó una empleada de la compañía jurídica Mishcon de Reya, Charlotte Harris, quien representa los intereses de 5 de las 24 personas que ya presentaron demandas. “Las personas cuyas conversaciones telefónicas se escuchaban, cuyos derechos al respeto de la vida privada han sido violados, deben recibir la compensación correspondiente por cada caso”, aseguró la abogada.
La declaración del News of The World se ha producido justo después de que Scotland Yard arrestara, para interrogarlos y dejara en libertad condicional el martes pasado, a un redactor jefe del diario, Neville Thurlbeck, y a un exeditor de noticias, Ian Edmondson.
Según declaró Rod Dadak, de la compañía Lewis Silkin, que también defiende los intereses de las supuestas víctimas de las escuchas, el coste económico de las indemnizaciones podría llegar a los 40 millones de libras (unos 66 millones de dólares), el doble de lo que supuso la compañía de Murdoch.
“Es un ‘agujero negro’, por eso es evidente que 20 millones de libras es demasiado poco. Va a ser el doble de este precio. Es un ‘Watergate’ para Murdoch, porque el gato ya ha salido de su saco”, aseguró el abogado, refiriéndose a 8 de los 24 casos que ya están en los tribunales, en los que la editorial reconoció su responsabilidad.
El paso que dio “News Internacional” que anteriormente había negado su culpa por completo, fue una gran sorpresa para muchos. Algunos supusieron que esto podría significar el deseo de la editorial de cerrar este caso cuanto antes. El jurista de la compañía Taylor Hampton Solicitors, Mark Lewis, admitió que podría tratarse del “comienzo de algo muy grande”, ya que a diferencia de éste, otros casos semejantes de compensaciones por delitos de escuchas son “tan sólo una punta del iceberg”.