Hace un año, el 10 de abril de 2010, la muerte del presidente de Polonia y otras 95 personas en el accidente aéreo cerca de la ciudad rusa de Smolensk conmovió a todo el planeta. Hoy los rusos y los polacos recuerdan a los 96 fallecidos en esta terrible tragedia.
A las 7:20, hora de Polonia, en la pista del aeródromo militar polaco del que hace un año despegó el avión presidencial, comenzó un acto religioso de conmemoración que continuó hasta las 8:40, hora en la que el aparato se estrelló contra el suelo y cabó con la vida del presidente Lech Kaczynski, su esposa, otros 86 altos cargos del país y los 8 miembros de la tripulación.
Después de la oración los familiares de las víctimas se dirigieron al cementerio militar en Varsovia para asistir a una ceremonia oficial. Los participantes del encuentro homenajearon a los fallecidos con un minuto de silencio y colocaron coronas de flores. Más tarde, por la noche, se celebrará un concierto en el Gran Teatro en la capital polaca. En las iglesias católicas del país se realizarán oraciones, a una de cuales acudirá el hermano gemelo del expresidente. El líder del partido de la oposición Ley y la Justicia, Yaroslav Kaczynski, decidió no participar en ninguno de los actos oficiales. Probablemente ofrecerá una corona de flores cerca del palacio presidencial y después se unirá a la marcha con velas y antorchas que discurrirá por la avenida central de Varsovia.
En el centro de la capital polaca se celebrarán hoy diferentes eventos con la participación de más de 60.000 personas, organizados por el partido opositor liderado por el hermano del presidente fallecido.
Yaroslav Kaczynski ya ha afirmado en varias ocasiones que va a vestir de luto hasta su muerte y que desde la tragedia el objetivo de su vida será “continuar defendiendo su legado”, en referencia a las políticas defendidas por su hermano.
En Moscú tampoco olvidaron el día de la catástrofe que estremeció al país vecino hace un año. Justo a las 10:40 de esta mañana los miembros de varios movimientos juveniles y varios moscovitas colocaron coronas de flores y encendieron velas cerca de la Embajada de Polonia en la capital rusa para honrar la memoria de las víctimas.
Ayer las familias de los fallecidos en Smolensk llegaron al lugar de la tragedia para participar en una ceremonia de luto.
Ana Comorowskaya, la esposa del actual presidente de Polonia, dio un discurso para homenajear a las víctimas, en el que dijo que “no se puede cambiar el destino y retroceder en el tiempo. Sí se puede conservar la memoria y ayudarnos unos a otros”. Sus palabras fueron acompañadas por una niebla densa, un fuerte viento y nieve, como hace un año, cuando las condiciones meteorológicas provocaron el mortal desenlace que segó las vidas del presidente polaco, su esposa y sus colegas.
La tragedia también se ha convertido en un asunto político que generó diversas hipótesis acerca de las razones de la catástrofe y la actitud de los dos países. Aunque la Comisión de Investigación de la parte rusa hizo públicas sus conclusiones respecto a la tragedia, los polacos no están totalmente de acuerdo con los resultados.
Mientras tanto, la catástrofe que en los primeros momentos consiguió unir a los polacos, un año más tarde les divide entre los que llaman a seguir recordando la tragedia y los que opinan que este caso ya hace tiempo pasó a ser objeto de intereses políticos.