Las fuerzas de orden público de varios países desarticularon una organización internacional que podría haber estafado por más de 11 millones de euros mediante el envío masivo de falsos avisos de herencia.
En la operación en la que participaron entre otros la Policía española, el FBI, los servicios secretos de EE. UU. y el SOCA británico, fueron detenidas 18 personas en su mayoría ciudadanos nigerianos residentes en España que se dedicaban a estafar mediante el envío de "cartas nigerianas".
La estafa de las "cartas nigerianas", en la variante de falsa herencia, consiste en una inesperada comunicación realizada mediante cartas y a través de correos electrónicos en las que los remitentes hacen creer a sus víctimas que pueden obtener una importante suma de dinero. Los engañados podrían cobrar una herencia millonaria procedente de un familiar desconocido. Para obtener el dinero era necesario que efectuaran diversos pagos a miembros del grupo, pero la cantidad heredada nunca se recibía.
Según la Policía Nacional de España, los delincuentes remitían diariamente miles de cartas con las que lograron engañar a numerosas víctimas extranjeras, principalmente nacionales de EE. UU., Australia, México y varios países de la Unión Europea. El perjuicio económico causado asciende a entre 50.000 y dos millones de euros por persona.
Las comunicaciones fraudulentas eran enviadas desde España, principalmente desde la capital y la Comunidad de Madrid, y también desde Gerona.
Uno de los arrestados es un empleado bancario que utilizaba su puesto de trabajo para dar apariencia de veracidad a la estafa.
A los arrestados, además del delito de estafa, se les imputan los delitos de falsificación de documentos, blanqueo de capitales y asociación ilícita.