Senadores brasileños proponen plebiscito sobre venta de armas
Un grupo de senadores brasileños intenta llevar a la Cámara legislativa una iniciativa para que se realice un referéndum sobre la prohibición de la venta de armas de fuego en el país, que se viene recuperando tras una masacre en una escuela la semana pasada.
Los senadores buscan que se aceleren las diligencias para que se lleve a cabo la votación popular sobre el asunto en octubre próximo, según el presidente de la Cámara alta, José Sarney.
El 7 de abril un hombre armado de 23 años entró una escuela en Río de Janeiro y comenzó un tiroteo. Diez niñas y dos niños de entre 12 y 15 años murieron a balazos, la mayoría alineados contra una pared donde Wellington Oliveira Menezes les disparó en la cabeza a corta distancia. Llevaba ilegalmente dos revólveres y, después de ser acorralado por la policía, se suicidó. Por lo menos otros 12 estudiantes resultaron heridos en la escuela pública Tasso da Silveira, dos de los cuales están en estado grave.
Las leyes brasileñas permiten la posesión de armas de fuego a personas sin historiales delictivos que pasen las pruebas psicológicas tomadas por agencias del orden público, tengan más de 25 años y den razones personales para la necesidad de poseer armas.
El Ministerio de Justicia brasileño ya está preparando una nueva campaña de desarme para recoger la mayor cantidad posible de armas de fuego de las calles y hogares brasileños. La campaña comenzará el 6 de mayo próximo y durará hasta el fin de año para que la gente entregue sus armas voluntariamente a cambio de una compensación, cuya cuantía aún se desconoce.
Desde 2005 se han llevado a cabo tres campañas semejantes para desarmar a la población en respuesta a una creciente violencia relacionada con el narcotráfico. Según el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, más de un millón de armas fueron recogidas en estos programas.
Según las estimaciones oficiales unos 1,8 millones de armas fueron destruidos por el Ejército entre 1999 y 2008. Varias ONG opinan que cerca de 8 millones de armas ilegales continúan en manos de civiles y organizaciones criminales de Brasil.
Sin embargo, en un plebiscito de 2005 más del 60% de los votantes brasileños votaron a favor de que continuara las ventas en el país.
La tarea de desarmar a la población y combatir el crimen organizado en general no es sólo un problema interior de Brasil. La mejora de las condiciones de seguridad de Río de Janeiro y de todo el país fue una de las condiciones puestas por los organismos internacionales con vistas al Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.
Brasil tiene una tasa de criminalidad de 22 homicidios por cada 100.000 habitantes al año, lo que incluye al país en la lista de las 20 naciones más violentas.