Mientras el Congreso de EE. UU. sigue sin alcanzar formalmente un acuerdo sobre el presupuesto de 2011, el presidente del país, Barack Obama, contrariando los planes presupuestarios republicanos, presentó este miércoles su propia 'visión' a largo plazo para recortar el déficit. En su discurso pronunciado en la Universidad George Washington, el líder estadounidense estableció la tarea de reducir el déficit presupuestario en 4.000 millones de dólares en los próximos doce años.
"Según los economistas, ya que nuestra economía empieza a crecer, necesitamos un enfoque de fases. Se requieren unas resoluciones serias y el apoyo de los líderes de ambos partidos. Lo que propongo hoy nos permitirá recortar el presupuesto 4.000 millones de dólares en los próximos doce años. La propuesta recoge aportes del informe de una comisión fiscal bipartidaria del año pasado", declaró el presidente.
Explicó que establecería un mecanismo que pondrá en marcha recortes del gasto automáticos si, para 2014, la proporción proyectada de deuda-PIB no se ha estabilizado y apunta a un declive para el final de la década.
El presidente enumeró cuatro medidas para lograr su objetivo: la restricción de los gastos, los recortes adicionales en el presupuesto de Defensa, el recorte de gastos de salud superfluos (pero reforzando los programas públicos Medicare y Medicaid, los recortes no se aplicarían en ningún caso a los programas de sanidad pública, a la Seguridad Social o a las ayudas a los más desfavorecidos) y una reforma de la ley impositiva.
Obama condenó duramente los gastos públicos y los recortes impositivos que había aprobado su predecesor, George W. Bush. "Perdimos el rumbo", declaró el presidente. Además, afirmó que aumentaría los impuestos de los más acomodados "No podemos permitirnos recortes de impuestos para cada millonario y 'milmillonario', por valor de un billón de dólares. Rechazo renovarlos una segunda vez", declaró.
Para elaborar las medidas de la reducción del déficit, Obama pidió a los jefes de la mayoría y minoría del Senado, Harry Reid y Mitch McConnell, John Boehner y Nancy Pelosi, respectivamente, que asignaran a los participantes de las negociaciones sobre la cuestión. Encabezará las negociaciones el vicepresidente de EE. UU., Joseph Biden.
La propuesta del presidente pretende obligar a los legisladores a trabajar con mayor rapidez para reducir los gastos y recaudar más impuestos. Mientras tanto, ya es evidente que la aprobación de este plan será difícil, pues muchos republicanos se muestran categóricamente opuestos a elevar los impuestos. También algunos demócratas rechazan los considerables recortes de gastos que propone la Casa Blanca.
En 2010 el déficit presupuestario federal de Estados Unidos fue de 1.294.000 millones de dólares, el 8,9% del PIB. Entonces, el índice se bajó en 122.000 millones en comparación con el año financiero 2009, cuando fue de 1.416.000 millones de dólares -el 10% del PIB-.
Este año ha superado la meta de 1.500 millones de dólares, que equivale al 11% del PIB. De acuerdo con los planes del Gobierno de EE. UU., en 2015 el déficit bajaría hasta el nivel del 2,5% del PIB, y en diez años más, hasta el 2%.