La familia de Salvador Allende, presidente de Chile entre los años 1970 y 1973, ha solicitado oficialmente que se exhumen los restos del fallecido mandatario y se efectúe una nueva autopsia. La petición fue entregada este miércoles al juez Mario Carroza de la Corte de Apelaciones de Santiago, que investiga las causas de la muerte del presidente. Se espera que las preparaciones para los respectivos procedimientos empiecen ya el viernes.
El martes la senadora del Partido Socialista Isabel Allende, una de las tres hijas del exlíder chileno, mantuvo un encuentro de unos 20 minutos con Carroza para comunicarle la decisión final positiva del clan. Anteriormente, la familia se oponía a la idea. A inicios de marzo la senadora comentó que no había necesidad de realizar una nueva autopsia, ya que se hizo una ya en 1990, tras la vuelta a la democracia. En aquel entonces la familia estaba convencida de que Allende se había suicidado.
Pamela Pereira, la abogada de la familia, reiteró que los íntimos del mandatario no ponen en duda la tesis del suicidio, pero su intención es esclarecer definitivamente un episodio del curso de la historia que no fue pacífico.
La primera etapa de las investigaciones del fallecimiento de Salvador Allende empezó a finales de enero, cuando expertos del Servicio Médico Legal se dedicaron a analizar los resultados de la autopsia anterior. La pesquisa fue ordenada por la Justicia chilena después de que la fiscal judicial Beatriz Pedrals hubiera presentado 726 querellas por casos de violación de los derechos humanos registrados durante la dictadura de Pinochet, entre ellos la muerte de Allende.
Salvador Allende falleció el 11 de septiembre de 1973. Según la versión más conocida, se suicidó dentro del Palacio de Gobierno en Santiago para evitar caer en manos de los militares de la Junta que perpetraron el golpe de Estado con la intención de que el entonces comandante del Ejército, el general Augusto Pinochet, se instalara en el poder.
Sin embargo, durante años se popularizó la versión de que Allende había sido asesinado. La conclusión médica inicial solo decía que la muerte se la había causado una "herida de bala cérvico-buco-cráneo-encefálica, con salida de proyectil". En febrero de 2011 el escritor y periodista chileno Camilo Taufic en una entrevista a EFE ofreció la tesis de un 'suicidio asistido'. Afirmó que su propia investigación que había realizado en los últimos años probaba que el presidente se había disparado en la cabeza con una pistola, pero quedó malherido y fue uno de sus escoltas quien tuvo que darle 'el tiro de gracia'.