En Libia las fuerzas de Muammar Gaddafi utilizaron municiones de racimo de fabricación española, según afirman algunas organizaciones internacionales de derechos humanos.
Por ejemplo, Human Rights Watch (HRW) dijo que uno de sus fotógrafos vio estallar tres proyectiles disparados con un mortero sobre una zona residencial de Misrata.
Debido a posibles bajas entre la población civil, este tipo de arma está prohibido en más de cien países desde 2008. Pese a que el 18 de marzo de ese mismo año el Ministerio de Defensa de España —país firmante del respectivo tratado— anunció que había terminado la destrucción de los arsenales de bombas de racimo, el objeto inspeccionado por investigadores de HRW y que fue originalmente detectado por un fotógrafo del diario New York Times, es aparentemente un proyectil MAT 120 de fabricación española.
Bomba de racimo
Una munición de racimo, o bomba "clúster" es la que al alcanzar una altura programada por un altímetro se abre en el aire y deja caer centenares o decenas de submuniciones, normalmente de distintos tipos (antipersonal, perforantes, incendiarias, etc.) cubriendo una importante superficie.
Puesto que las submuniciones esparcidas no siempre explotan, pueden convertirse en minas enterradas, conservando su peligro terminada una guerra. Sobre todo presentan peligro para los niños por tener una forma llamativa, como pelotitas o latas.
No obstante, varios Estados fabricantes de estas municiones han desarrollado en los últimos años tecnologías que minimizan estos peligros, al incorporar mecanismos de autodestrucción pasado un tiempo programado.
Los principales países que se han adherido al tratado de prohibición son Estados Unidos, Israel, Rusia y China, entre otros.
Libia no ha firmado el acuerdo.