Cuba prescindirá de las cartillas de racionamiento con la cual vivieron “dos generaciones de cubanos”, manifestó Raúl Castro en el sexto Congreso del Partido Comunista de Cuba.
Vigente desde 1962, la cartilla, llamada en la isla “libreta”, entrega a precios simbólicos productos básicos de alimentación disponibles a los 11 millones de isleños. Entre los alimentos se cuentan granos, azúcar, pollo, pescado, huevos, arroz, café, aceite, pastas y pan, entre otros. El año pasado, el Gobierno decidió concluir con el suministro de patatas y tabaco por medio de ese sistema, de este modo, el anunciado plan de hecho ya está en marcha.
Hasta hace poco también formaban parte de los productos racionados los medios de higiene esenciales, tales como el jabón y la pasta dentífrica. A inicios de este año, los jabones de la cartilla se vendieron a 0,25 centavos de pesos cubanos y un tubo de pasta dental a 0,60 centavos de pesos cubanos, precios equivalentes a menos de un centavo de dólar.
No obstante la preocupación de los cubanos, con su promedio salarial de unos 17 dólares al mes, el líder cubano subrayó que la futura eliminación de la canasta básica subsidiada “constituye una de las principales medidas que debemos adoptar”, pero la medida no será realizada de “golpe”.
El presidente aseguró además que está en fase avanzada la legalización de la libre compraventa de casas y autos en Cuba. Al mismo tiempo, Raúl Castro recalcó que la ampliación del sector no estatal en la economía cubana no implicará la privatización de la propiedad social y que la Cuba socialista jamás aceptaría la llamada terapia de choque.
“En el socialismo jamás habrá espacio para las terapias de choque”, afirmó, y dijo que “el incremento del sector no estatal” no será una privatización sino “un facilitador” del sistema cubano.
Asimismo, se informó que se están redactando las normas legales para conceder créditos bancarios al sector privado, cuya ampliación, acompañada por el recorte de más de un millón de empleos, no sería una privatización sino “un facilitador” del sistema cubano, según Raúl Castro.
Otras medidas que supone el plan de recuperación económica incluyen la eliminación de subsidios e introducción de impuestos, así como descentralizar la agricultura, dar autonomía a las empresas, y atraer capital extranjero.
Castro, quien ocupa el cargo de Presidente del Consejo de Estado y de Gobierno, así como de segundo secretario del partido gobernante, propuso limitar a “dos períodos consecutivos de cinco años” la duración de ejercicio de cargos en las estructuras del partido y el Gobierno.
Según se informó en la prensa local, este domingo los delegados inician el trabajo en comisiones, con el propósito de adelantar los debates que conduzcan a la actualización del modelo económico del país.