Tensión entre Italia y Francia por un bloqueo ferroviario y por la inmigración africana
La suspensión temporal de la entrada de trenes italianos al territorio francés ha desatado una fuerte polémica entre los dos países en torno a las políticas migratorias acordadas en el tratado de la zona Schengen y el manejo que se le debe dar a quienes llegan al viejo continente procedente del inestable Túnez.
El ministro italiano de Relaciones Exteriores, Franco Frattini, expresó el domingo su firme protesta después de que fueran anulados los servicios a Francia desde Ventimiglia.
Tras la llegada desde enero a la isla italiana de Lampedusa de más de 30.000 emigrantes de Túnez, que huyeron de los disturbios políticos del norte de África, Roma decidió concederles permisos temporales de residencia para que tengan la posibilidad de visitar a "sus parientes o amigos" emigrados a Francia y otros países de la UE.
El permiso temporal fue concedido solamente a los inmigrantes que llegaron antes del 5 de abril, mientras que el resto procedentes de países de África de Norte podrán ser repatriados en base a un acuerdo firmado con las autoridades tunecinas.
Francia ve con reservas esta política y advirtió que solo dejará pasar a su territorio a los inmigrantes que prueben que, aparte del permiso de residencia, poseen un pasaporte y recursos económicos suficientes para su estancia. Además, las autoridades francesas amenazaron con la "devolución" a Italia de los inmigrantes tunecinos que no respeten las reglas de la convención del espacio Schengen sin fronteras.
A través del Ministerio del Interior, Francia suspendió temporalmente el paso de trenes italianos por su territorio asegurando que el bloqueo se mantendría hasta la dispersión de una manifestación organizada ante la estación por militantes italianos y franceses para reclamar el derecho de libre circulación.
El tema resultó tan polémico que el ministro de Exteriores de Italia, Franco Frattini, llamó a consultas al embajador italiano en París para expresar "la firme protesta del Gobierno italiano a las autoridades francesas". El Ministerio ha señalado que ha pedido explicaciones por las medidas adoptadas por Francia, consideradas por las autoridades italianas como "ilegítimas" y "en clara violación con los principios europeos".
Horas después del suceso, Francia ha reanudado el servicio de trenes con la localidad italiana de Ventimiglia, apelando a que la decisión de bloquear los trenes fue una medida temporal tomada solamente por razones de seguridad por las manifestaciones alrededor de la estación.
Roberto Maroni destacó que la posición de Francia es "incomprensible" y "dura e injustificada hacia Italia", aunque expresó la esperanza de que los dos países puedan restablecer las "relaciones amistosas" en la cumbre del 26 de abril, donde se abordará el tema clave de la inmigración.