Brasil iniciará una campaña de desarme de la población en mayo
El lunes el Gobierno de Brasil anunció que a partir del 6 de mayo iniciará una campaña de desarme de la población civil que pretende abarcar a todos los municipios del país latinoamericano.
Desde 2005 se han realizado tres campañas semejantes para desarmar a la población en respuesta a una creciente violencia relacionada con el narcotráfico. Según el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, más de un millón de armas fueron recogidas durante estas operaciones.
El secretario ejecutivo del Ministerio de Justicia, Luiz Paulo Barreto, señaló que durante la campaña se planea crear un número mayor de puestos de entrega en comparación con los programas de desarme anteriores. Según el funcionario, la red de puntos de recogida será ampliada para que la gente pueda llevar las armas a las iglesias o sedes de diferentes ONG, mientras que en las anteriores campañas la mayoría del armamento se recogía en las comisarías de la Policía Federal.
A los que decidan entregar sus armas se les dará una indemnización de 100 a 300 reales (de 63 a 190 dólares), asimismo los ciudadanos que deseen entregar su armamento a las autoridades no tendrán que presentar su número de identificación fiscal, lo que era obligatorio en las campañas anteriores.
El anuncio del próximo inicio de una campaña de desarme coincide con la publicación de un informe del Consejo Nacional de Justicia de Brasil, según el cual las autoridades del país tienen almacenado un arsenal de 752.934 armas incautadas del crimen organizado, cantidad casi equivalente al número de armas que poseen las fuerzas de seguridad del país.
Más del 70% de este armamento se encuentra en depósitos especiales de de DFAE (División de Fiscalización de Armas y Explosivos de la Policía Civil) en el Estado de Río de Janeiro.
Según las estimaciones oficiales, alrededor de 1,8 millones de armas fueron destruidas por el Ejército de Brasil en el periodo de 1999 a 2008. Varias ONG consideran que cerca de ocho millones de armas ilegales continúan en manos de civiles y de diferentes organizaciones criminales del país.