El militar encarcelado por la supuesta filtración de documentos secretos estadounidenses al sitio web WikiLeaks será transferido a una cárcel militar ubicada en el Estado de Kansas.
Esta decisión se tomó tras las fuertes críticas recibidas por parte de varias organizaciones de protección de derechos humanos. Amnistía Internacional junto con un comité del Parlamento alemán protestaron contra el trato de Bradley Manning, que se encuentra en una celda en la prisión del Cuerpo de las Fuerzas de la Marina en el Estado de Virginia.
El relator de la ONU sobre la tortura, Juan Méndez, también mostró su descontento por no poder visitar al encarcelado debido a los obstáculos que le ponen las autoridades estadounidenses. La administración de la cárcel por su parte no quiere permitir un encuentro confidencial e insiste en estar presente durante cualquier conversación con el preso.
No obstante, las autoridades estadounidenses afirmaron que el traslado no tiene nada que ver con estas quejas, ya que no admiten haber vulnerado los derechos del detenido.
El militar de 23 años de edad contactó con el periodista y ex pirata informático Adrian Lamo a mediados de mayo del año pasado. Bradley Manning le contó que fue él quien entregó a los organizadores de WikiLeaks el video en que se muestra cómo los militares norteamericanos disparan a varios periodistas iraquíes desde un helicóptero.
El joven también confesó que tuvo acceso a una gran cantidad de documentos secretos y que los copió y guardó en un CD.
Poco después de esta conversación, Lamo delató al militar, que fue detenido y después trasladado a EE. UU.
En marzo del 2011 se le presentaron 22 cargos adicionales. Esta acusación supone como castigo máximo la pena de muerte, aunque los representantes del ministerio publico afirmaron que no iban a insistir en pedir el máximo castigo. Si Manning acepta las acusaciones es muy probable que permanezca entre rejas lo que le queda de vida.