El número de cadáveres encontrados recientemente por las autoridades mexicanas en fosas comunes, relacionadas con el narcotráfico en el estado mexicano de Tamaulipas (al noreste del país), ascendió a 177, y estiman que al menos 122 de ellos serían pasajeros de autobuses secuestrados por Los Zetas. Durante los últimos días, en el estado de Durango (al norte del país) también exhumaron 58 cuerpos en dos ´narcofosas´. En Durango opera el cártel del Sinaloa, que dirige Joaquín el Chapo Guzmán, el capo más buscado en México.
Tanto en Durango como en Tamaulipas las autoridades continúan con los trabajos de excavación, aunque las morgues ya están repletas.
En relación con los hallazgos, las autoridades de Tamaulipas ya han realizado varias detenciones, se trata de entre 16 y 45 agentes de policía asociados con Los Zetas. Además, fue despedido el jefe de la policía del Estado. Respecto a los hechos en Durango, todavía no se han producido arrestos.
Tamaulipas, un estado fronterizo con Estados Unidos, es una de las regiones más afectadas por la violencia del crimen organizado. Desde diciembre de 2006 en esta zona han sido asesinadas más de 34.600 personas, a pesar de las medidas drásticas tomadas por el presidente Felipe Calderón en la lucha contra el narcotráfico.
La oleada de violencia en México se debe al recrudecimiento de la guerra existente entre los dos principales cárteles del país, el del Golfo y Los Zetas, que durante una década fueron aliados. El narcotráfico también es el principal responsable del aumento de la trata de personas en México, uno de los países que más padece esta lacra.