Desinfectarán a los animales domésticos muertos en Fukushima
Las autoridades japonesas mandarán a la zona restringida de la central Fukushima-1 a un grupo de veterinarios para que desinfecten los cuerpos de los animales domésticos abandonados en la zona tras la catástrofe, informa el diario Japan Today.
Según los datos del Ministerio de Agricultura nipón, centenares de miles de animales domésticos abandonados se encuentran en la zona restringida de la central averiada, muchos de los cuales ya podrían haber muerto de hambre.
Los veterinarios tienen que inspeccionar las granjas de la zona y en caso de encontrar ganado o aves domésticos muertos, procesar los cuerpos con una solución química de cal para evitar la propagación de infecciones. No van a enterrar a los animales debido al alto nivel de radiación en la zona y al peligro que corren los especialistas al permanecer durante un largo tiempo allí.
En las granjas de la prefectura abandonada por los humanos tras la fuga radioactiva de la central nuclear, hay alrededor de 3.000 vacas, 130.000 cerdos y unas 680.000 gallinas.
Hablando del posible sacrificio de los animales que se encuentran en la zona de contaminación radiactiva, que está siendo estudiado ahora por las autoridades, Yataka Kashimura, un representante del Departamento de Agricultura de la prefectura de Fukushima, señaló: “La matanza de los animales será la última medida”.
Cabe mencionar que tras el desastre natural muchas mascotas se han quedado sin dueños en las ciudades destruidas por el tsunami. Algunas de ellas han centrado la atención de los medios de comunicación internacionales como, por ejemplo, un perro que no abandonó a un 'amigo' herido e hizo todo lo posible para atraer la atención de los humanos hacia él. Felizmente, ambos canes fueron salvados. Otra historia que tuvo difusión mundial es el reencuentro de una perra con su dueña tras el terremoto. Estas noticias ayudaron también a que los japoneses empezaran a recaudar fondos para ayudar a los animales que se quedaron sin dueño después de la tragedia.
Tras el terremoto de 9 grados en la escala de Richter registrado en Japón el pasado 11 de marzo, un tsunami que alcanzó los 10 metros de altura azotó la costa noreste de la mayor isla nipona llevándose la vida de más de 14.000 personas y dejando alrededor de 12.000 desaparecidos, según los últimos datos oficiales. Los desastres naturales provocaron una serie de averías en la central nuclear Fukuchinma-1. Las fugas radiactivas obligaron a las autoridades de Japón a evacuar a la población de la zona en un radio de 20 kilómetros alrededor de la central y restringir el acceso a la misma.