El Gobierno libio se dirigió a Rusia, puesto que es un miembro permanente del Consejo de Seguridad de a ONU, con un llamado a convocar una reunión urgente del organismo para discutir la operación militar de las fuerzas de la OTAN en el país.
“Libia hoy [lunes] pidió oficialmente a Rusia que iniciara una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU”, dice la agencia libia estatal Jana.
En el mensaje se dice que el tema de la reunión debe ser “la persistente agresión colonialista de los cruzados que intentan tomar por blanco al líder Muammar Gaddafi”.
Los bombardeos realizados bajo la dirección de la OTAN son "contrarios a las resoluciones del Consejo", dice una cadena local. Trípoli consideró que el reciente ataque aéreo que arruinó la residencia del coronel Gaddafi el domingo por la noche fue un "intento de asesinar" al líder de Libia. A su vez, la OTAN desmintió el martes que el coronel fuera el objetivo de los ataques.
El asesor del presidente ruso, Serguéi Prijódko declaró que la sesión urgente del Consejo de Seguridad en la ONU sobre Libia no está prevista. “Actualmente el presidente no ha dado ninguna orden acerca de iniciar una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Libia”, dijo.
En las últimas semanas Rusia expresó muchas veces críticas a la violencia en el país y a las acciones de la coalición internacional.
El 26 de abril, el canciller ruso Serguéi Lavrov declaró que Moscú no apoyará el recrudecimiento del conflicto en Libia y respaldará una nueva resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Libia solo en caso de que contenga un llamamiento a las partes a sentarse a negociar. "Sin embargo, si hay una resolución que implica un agravamiento de la guerra civil y de la violencia, no podremos apoyarla", agregó el ministro ruso.
Desde el momento de la aprobación de la resolución del Consejo de Seguridad sobre Libia el 18 de marzo contra el país norafricano se han lanzado casi 200 misiles crucero Tomahawk. Según datos del Gobierno libio, como resultado de los bombardeos han perdido la vida al menos 60 personas.