El 68% de los reclusos extranjeros en cárceles estadounidenses son de origen mexicano, según se desprende un informe publicado por la Contraloría General de Estados Unidos (GAO, por sus siglas en inglés). Según el reporte, de los 55.000 reos extranjeros contabilizados en las prisiones federales y estatales de Estados Unidos, siete de cada diez nacieron en el país fronterizo del sur. En total, los prisioneros extranjeros representan un cuarto de la población carcelaria del país norteamericano.
La contraloría reveló también que entre los años 2005 y 2010 se ha registrado un incremento de 7% en la cantidad de presos de otros países, y un 35% de aumento en reos locales. En 2005, de acuerdo con un informe anterior, de los 49.000 reos en cárceles federales 63% era de origen mexicano.
En su mayoría los que están tras las rejas en EE. UU. provienen, además de México, de Colombia, República Dominicana, Guatemala, Honduras, Jamaica, El Salvador y Cuba. En promedio, cada uno de ellos ha tenido siete arrestos. De acuerdo con los datos del informe, el 65% fue detenido al menos una vez por delitos de inmigración y al menos el 50% fue acusado de crímenes relacionados con el narcotráfico y la droga.
Los costos que asume el Gobierno por mantener a los indocumentados condenados se estiman entre unos 1.500 y 1.600 millones de dólares anuales. Para afrontar los gastos, en EE. UU. se está elaborando un “programa de intercambio” de prisioneros con el país vecino. Los reclusos mexicanos serían enviados a su patria a cambio de prisioneros estadounidenses retenidos en México. Los legisladores sostienen que la medida ayudaría a liberar espacio en las cárceles que están sobrepobladas.
Según el informe de GAO, 75% de los presos indocumentados se encuentran en estados de Arizona, Texas y California. Los expertos afirman que los datos del nuevo informe podrían impulsar a que se busquen nuevas medidas antiinmigratorias más estrictas. Según denunciaron numerosas organizaciones no gubernamentales, es muy fuerte el estereotipo de asociar la presencia de indocumentados con el crecimiento de los índices de crímenes. Mientras tanto, ellos sostienen que a algunos les arrestan simplemente por una simple infracción de tránsito.
El profesor Víctor Manuel Quintana, de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, opina que las organizaciones de derecha podrían utilizar estos datos para promover sus intereses. Sostiene que los mexicanos están sobrerepresentados en las prisiones y en muchos casos se les aplican las medidas más estrictas y se les llega a ejecutar más que a los anglosajones. Además, denuncia que los EE. UU. no deportan a todos los indocumentados para que sean juzgados en su país. “No confían en la justicia, ellos se creen la única nación justa en el mundo y desconfían de todos los demás”.
Según estimaciones del Departamento de Seguridad Interior, de los 25,3 millones de inmigrantes que residían en EE. UU. en 2009, unos 10,8 millones tenían una condición migratoria irregular.