La acusada de espionaje Sarah Shourd no volverá a Irán para ser juzgada
La estadounidense Sarah Shourd, una de los tres ciudadanos norteamericanos detenidos en 2009 acusada por la Justicia iraní y liberada bajo fianza, no va a regresar a Irán para ser juzgada por espionaje en favor de Estados Unidos.
El abogado de Shourd, Masud Shafie, ha rechazado cualquier posibilidad de que su cliente vuelva al país, a pesar de que Teherán ha exigido su presencia para ser juzgada en un tribunal iraní.
Según ha confirmado Shafie este martes, Irán ha reclamado que Sarah Shourd regrese de Estados Unidos para la próxima vista del juicio fijada para el 11 de mayo.
El abogado de Shourd ha sostenido que su cliente no regresará a Irán para asistir a la cita esta vez. "En el aviso del tribunal que he recibido como su abogado, la presencia de Sarah Shourd ha sido considerada obligatoria", ha explicado. "En la conversación telefónica que tuve con la señora Shourd, me dijo que había reunido más evidencias y pruebas de su inocencia y que las presentará como defensa ante el tribunal", ha añadido Shafie.
"Cuando se acusa a varias personas, el juez no puede posponer la vista si una de ellas no está presente. Si la chica no está hay dos opciones: o posponer su proceso o juzgarla en ausencia", explicó el abogado. Además, Shafie se quejó de que aún no ha sido autorizado a visitar a sus otros dos clientes en la cárcel iraní para preparar la tercera sesión del juicio.
Shourd salió en libertad condicional el 14 de septiembre de 2010 pagando por su liberación una fianza de 500.000 dólares.
Mientras tanto, los otros dos compañeros de Sarah Shourd, Shane Bauer y Josh Fattal, ambos de nacionalidad estadounidense, graduados al igual que Sarah en la Universidad de California en Berkeley (EE. UU.) y acusados también de espionaje en favor de EE. UU., se personarán ante el tribunal iraní en la tercera sesión del juicio el 11 de mayo.
Bauer y Fattal permanecen encarcelados en la cárcel de Evin de la capital iraní, Teherán. Ambos comparecieron ante el tribunal por primera vez en febrero pasado y fueron exculpados, pero Shourd no acudió.
Shourd, de 32 años, fue detenida junto a sus compañeros Bauer y Fattal, ambos de 28 años, el 31 de julio de 2009 cuando, según ellos, montaban en bicicleta en el Kurdistán iraquí y cruzaron la frontera con Irán. Las autoridades iraníes acusaron a los detenidos de haber entrado de forma ilegal en el territorio iraní para cometer actos de espionaje, acusación que rechazaron los tres estadounidenses. Según la legislación iraní, el espionaje puede acarrear la pena de muerte.
La puesta en libertad de Shourd ha tenido lugar después de que la República Islámica anunciara el pasado septiembre su liberación, que no se llegó a producir por impedimentos legales.
Las relaciones diplomáticas entre Teherán y Washington permanecen suspendidas desde que triunfó la Revolución Islámica en 1979 y la embajada estadounidense en la capital iraní fuera ocupada por estudiantes revolucionarios.