La ONU descarta nuevas sanciones o resoluciones sobre Libia
El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) no planea por el momento establecer nuevas sanciones o resoluciones sobre Libia, según anunció el embajador colombiano ante la ONU, Néstor Osorio.
Osorio explicó tras la reunión del Consejo de Seguridad, en la que sus miembros evaluaron el estado de las resoluciones aprobadas hasta el momento sobre Libia, que "no se preparan todavía sanciones o resoluciones adicionales". El diplomático colombiano reconoció que los países miembros del Consejo no han visto hasta ahora "ningún paso positivo que conduzca a una solución pacífica" al conflicto que atraviesa el país y que empezó "solo en forma de protestas".
El Consejo mantuvo una reunión en la que el subsecretario de la ONU para Asuntos Políticos, Lynn Pascoe, informó a los miembros de la "situación crítica" que atraviesa el país, donde persisten "los ataques del Gobierno libio contra la población civil", explicó Osorio.
El embajador colombiano destacó la "consternación" de todos los miembros del Consejo ante la persistencia de la violencia y aseguró que siguen pidiendo que esta acabe "inmediatamente" y que se establezca "un alto el fuego verificable".
Osorio explicó que el enviado especial de la ONU a Libia, el exministro de Exteriores y actual senador jordano, Abdul Ilah Al Jatib, viajó ayer a Bengasi y destacó que le había sido por el momento "imposible dialogar con Gaddafi".
Moscú alarma sobre la violación de la resolución de la ONU
Por su arte, Rusia criticó el suministro de armamento por parte de los países aliados a los rebeldes libios atrincherados en la ciudad de Bengasi, al considerar que se sale del marco del mandato de la ONU.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, Alexéi Sazónov, expresó la alarma de Moscú por "la información sobre suministros de armas en Bengasi y el envío de instructores militares de los países de la OTAN". "Esto es un ejemplo del peligro de que la coalición se vea empujada a una confrontación terrestre en apoyo de uno de los bandos de un conflicto interno libio", dijo Sazónov.
Moscú considera que "dichos pasos no se corresponden con los objetivos de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU y conducirán a una escalada de la violencia". Rusia "llama a todas las partes a seguir estrictamente el espíritu y la letra de la resolución 1973 de la ONU", apuntó el diplomático.
"Estoy convencido de que la única posibilidad de garantizar la seguridad de la población civil y la estabilización de la situación en Libia es la inmediata declaración de un alto el fuego y el inicio del diálogo entre las partes implicadas en el conflicto", dijo Sazónov.
El diplomático ruso destacó que ese proceso debe ser apoyado por la comunidad internacional, pero "sin injerencias externas". "En Moscú se ve con preocupación el hecho de que la coalición se aleje cada vez más del marco de las resoluciones 1970 y 1973", indicó Sazónov.
Además, el Ministerio de Exteriores desmiente los comunicados de los medios informativos que afirman que Rusia, supuestamente, está dispuesta a enviar a observadores rusos a Libia en caso de ser acordado este paso con la ONU.
El Ejército libio recupera el control de un importante paso fronterizo
Mientras tanto, las fuerzas del Ejército libio arrebataron el control a los insurgentes del importante paso de Dehiba, en la frontera con Túnez, realizando ataques y lanzando proyectiles de artillería en territorio de la república vecina.
Los rebeldes habían conquistado este puesto fronterizo hacía una semana, pero tras los ataques huyeron a Túnez junto con cientos de habitantes de una localidad cercana, ante el feroz embate de las fuerzas leales a Muammar Gaddafi. El Ejército ha recuperado también el control de Kufra, una pequeña localidad situada en pleno desierto.
Tras los intensos combates del jueves en el puesto fronterizo de Dehiba al menos 12 libios heridos ingresaron esta madrugada en el hospital de la localidad de Tatauine, a unos 500 kilómetros al sur de la capital tunecina, donde se realizaron "dos intervenciones quirúrgicas urgentes de amputación de extremidades por la gravedad de las heridas", señalaron fuentes médicas.
El hospital de Bengasi, la capital rebelde, también ha acogido a decenas de heridos procedentes de la asediada Misurata.
La frontera se convirtió en zona de fuego cruzado
Aún así, las autoridades tunecinas protestaron ante Libia por una "violación de la integridad territorial” de Túnez tras los enfrentamientos entre insurgentes y tropas leales a Muammar Gaddafi en el puesto fronterizo de Dehiba.
En un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores tunecino expresó su "gran preocupación" después de "la peligrosa escalada militar" registrada en Wezen, localidad cercana al retén de Dehiba. "A causa de la gravedad de esos actos, las autoridades tunecinas han protestado ante las autoridades libias", indicó el comunicado.
Los duros enfrentamientos entre las fuerzas rebeldes y los soldados de Gaddafi en la frontera han frenado el éxodo de refugiados que estaban abandonando el país y que ahora se encuentran en zona de fuego cruzado. Así lo alertó hoy el Alto Comisionado de Derechos Humanos para los Refugiados (ACNUR) quien se mostró "muy preocupado" por la situación.
Antes de que comenzaran los enfrentamientos en esa región, una media de 3.000 personas abandonaba Libia en dirección a Túnez diariamente.
Una grave crisis alimentaria podría estallar en Libia
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU advirtió hoy una grave crisis alimentaria en Libia en las próximas seis a ocho semanas, si no se restablece el abastecimiento de alimentos y combustible en ese país.
El director del PMA para Oriente Medio y el Norte de África, Daly Belgasmi, indicó que el recorte de los servicios básicos como el agua, la electricidad y el transporte, incide en la agudización de la crisis alimentaria de Libia. La preocupación inmediata es “garantizar el restablecimiento de los alimentos”, que ha quedado interrumpido por la falta de importaciones, señaló Belgasmi.
La escasez de alimentos en Libia empezó a mediados de febrero cuando se desencadenaron las protestas en diversas ciudades de ese país contra el régimen de Muammar Gaddafi.