En los comicios a mitad del mandato de 2010 en EE. UU. participaron 6,6 millones de personas hispanohablantes, un millón más que en 2006, según revela un estudio elaborado por Pew Hispanic Center. Sin embargo, fueron el grupo con la tasa de participación más baja entre todas las etnias. Esto se debe a dos factores claves: la juventud de la población hispanohablante en EE. UU. y que muchos adultos no tienen ciudadanía, lo que les priva del derecho al voto.
El documento manifiesta que un tercio de los hispanos son menores de edad lo que, lógicamente, les impide ejercer el voto. Para más del 22% la barrera que frena su participación en los comicios es la falta de la ciudadanía estadounidense. Otra causa es que estos individuos tienen menos posibilidades, en comparación con otros grupos étnicos, de poder elegir a sus representantes.
El analista político Rafael Prieto Zartha ha comentado a RT que, a pesar de todo esto, este segmento de población tiene gran peso en el proceso electoral, y representa un elemento deseado por republicanos y demócratas. En los comicios presidenciales de 2008 votaron cerca de 10 millones de hispanos y la mayoría absoluta de ellos lo hizo a favor de Barack Obama.