La Unión Europea inició el procedimiento de embargo de armas en Siria, según declaró Catherine Ashton, la alta representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior.
"Vamos a tomar todas las medidas necesarias para obligar a las autoridades sirias a cambiar su política", dijo Ashton en un comunicado.
En la reunión urgente de las delegaciones de países-miembros de UE fue tomada la decisión de prohibir los suministros de armas y equipamiento militar a Siria. Se espera que el acuerdo se firme próximamente.
Además del embargo de las armas, la UE analiza congelar los activos de algunos oficiales y prohibirles entrar en el territorio de países europeos. Se espera que la UE revise también su programa de ayuda al país (de 43 millones de euros anuales en la actualidad).
El Gobierno sirio declaró que prepaparía un plan de reformas
Mientras tanto, el nuevo primer ministro sirio Adel Safar declaró el sábado que el Gobierno renovado preparará “el plan completo” de reformas políticas, judiciales y económicas del país.
Comentó que las reformas se realizarán en siguientes direcciones: la política, la seguridad y el sistema judicial; la economía y la política social; el trabajo del Gobierno y la administración local. Para su realización está previsto crear tres comités especiales en los cuales entrarán políticos, miembros de diferentes organizaciones sociales y sindicatos. Safar prometió que en la próxima reunión los comités presentarán nuevas leyes y correcciones a las normas existentes.
Las reformas, en particular, prevén el mejoramiento de las condiciones de vivienda y la creación de nuevos puestos de trabajo para la juventud en los sectores público y privado.
Al mismo tiempo, el sábado tropas gubernamentales consiguieron adentrarse en la ciudad de Derá y tomar por la fuerza la mezquita de Omari, que durante semanas fue el bastión y símbolo de las protestas antigubernamentales.
A pesar de las llamadas de acabar con la violencia hechas por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el presidente de EE. UU. Barack Obama y otros países, continúan los enfrentamientos de las fuerzas de seguridad con manifestantes.
La policía sigue usando gas lacrimógeno y armas. Al menos 62 personas perdieron la vida el viernes en una nueva jornada de protestas contra el régimen de Bashar al-Assad. Las organizaciones de derechos humanos hablan sobre más de 500 muertos en las revueltas que duran ya más de un mes.
La violenta respuesta del régimen sirio llevó a una condena de parte del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que aprobó el 29 de abril, con el respaldo de EE. UU. y la UE, una resolución que condena el empleo de fuerza contra las manifestaciones pacíficas en el país.
Rusia criticó la reciente resolución por considerar que es "contraria al principio de universalidad" y una muestra más del doble estándar del consejo.