Crece la aprobación de Obama pese a las contradicciones del operativo contra Bin Laden

Luego de que la noticia de la eliminación de Osama Bin Laden elevara a una altura suficiente el índice del apoyo al presidente Barack Obama, su administración ha admitido que el 'terrorista número uno' estaba desarmado y que no usó a mujeres como escudos humanos durante la incursión de los comandos en su mansión en Abbottabad. Esas declaraciones del secretario de prensa de la Casa Blanca, Jay Carney, se suman a la denuncia de las autoridades pakistaníes acerca del carácter inautorizado del operativo estadounidense en el territorio de este país asiático.

El gobierno de Islamabad negó tajantemente haber autorizado cualquier tipo de operativos de fuerzas extranjeras en su territorio contra Bin Laden. Tampoco disponía de información previa sobre lo que se estaba tramando. En un comunicado oficial el Ministerio paquistaní de Exteriores expresa su indignación con “la forma en la que el Gobierno de EE. UU. llevó a cabo el operativo”, tachándolo de “acción unilateral no autorizada”. Al mismo tiempo, unas personas expertas en la política paquistaní insistieron que Islamabad había colaborado con Washington en materia de inteligencia, aunque sin implicación directa en el curso de la operación, y eso fue un importante factor instrumental del éxito.

¿Cómo podía resistirse Bin Laden?

Inicialmente los portavoces estadounidenses aseguraron que el cabecilla de Al Qaeda había opuesto resistencia y como consecuencia había sido abatido en el tiroteo. Al estar desarmado, el 'enemigo número uno' no podía resistirse, supuso uno de los periodistas en la rueda de prensa en Washington cuando dirigió su franca pregunta sobre la resistencia de Bin Laden a Carney. El secretario de prensa afirmó que la resistencia bien se podía llevar a cabo sin tener un arma de fuego en la mano.

Jay Carney informó también que durante la incursión dos subordinados del terrorista principal y una mujer habían sido eliminados en la planta baja de la casa en la que se escondían. La mujer pereció a causa del fuego cruzado que se había desatado. El propio jefe de Al Qaeda y los miembros de su familia se encontraban en las plantas primera y segunda. Cuando los comandos penetraron en su habitación, la mujer de Bin Laden se lanzó a un miembro de la unidad especial, pero recibió un balazo en la pierna (que no era mortal). Acto seguido, se abrió fuego contra su marido. Esta descripción  en parte contradice a la versión previa, según la cual Bin Laden la usó como escudo humano.

La información sobre el número de las bajas no ha cambiado. Se sabe que en curso del operativo especial además de los dos dueños de la mansión, ya mencionados, fue abatido un hijo del famoso terrorista. De los menores que se encontraban en el edificio no murió ninguno. Las autoridades paquistaníes ya han asegurado que tomaron bajo custodia a todos los inquilinos sobrevivientes del operativo.

Crece la aprobación de Obama

Es seguro que los pormenores del allanamiento no impedirán que el índice de popularidad de la política de Barack Obama siga subiendo. Después de que el presidente informara a la nación del éxito de la cacería contra Bin Laden se rompió la tendencia decreciente de su apoyo. En los resultados de los cuestionarios más recientes presentados por el centro de ensayos de la opinión pública PEW, la aprobación del trabajo de Barack Obama como jefe de Estado consiguió un 56%, mientras el 38% lo desaprueba.

Hace un mes, la evaluación de Obama había dividido la sociedad en dos: un 47% había aprobado su trabajo, mientras que el 45% lo había desaprobado. Así se registró un aumento similar al que tenía la aprobación de George W. Bush, días después de que los militares estadounidenses capturaran a Saddam Hussein en diciembre del 2003.

Los autores del resumen de los datos del sondeo enfatizan que “mientras las posiciones de Obama respecto a la situación en Afganistán y la amenaza de terrorismo han mejorado sustancialmente —en unos 16 y 14 puntos, respectivamente, desde enero— las opiniones sobre su manejo de la economía no mejoran. Sólo un 40% aprueban, mientras que un 55% desaprueban su enfoque a los problemas del desempleo y la economía, y poco ha cambiado desde el abril.

Las 654 personas que participaron en el sondeo de PEW fueron entrevistadas por teléfono. Aunque de tal modo la selección no podría ser considerada estadísticamente representativa, el propio centro de investigación evalúa el margen de error en un 4,5%, lo que es considerablemente menor que el crecimiento de apoyo evaluado en un 9%.