Este martes en El Paso (Texas) el presidente de EE. UU., Barack Obama, instó en su discurso al Congreso a aprobar la reforma migratoria que permitiría a miles de inmigrantes ilegales regularizar su estadía y trabajo en el país. De este modo, el líder estadounidense impulsa las intenciones que fueron anunciadas aún cuando era candidato presidencial en 2008.
El mandatario pronunció su discurso el mismo día en que Texas hizo entrar en vigor una ley similar a la ley SB1070 de Arizona que criminaliza la inmigración ilegal.
"Un cuarto de todas las compañías líderes de negocios innovadores fue creado por inmigrantes"
El principal argumento del presidente a favor de la reforma es el beneficio económico. Obama subrayó la necesidad de que la reforma permita que los profesionales, necesarios para EE. UU., puedan vivir en el país y mantener su negocio sin obstáculos. "Una manera de fortalecer la clase media es con una reforma migratoria, para que no haya más una economía informal que explote mano obrera barata que merme los sueldos de los demás", aseveró.
Obama recordó que una cuarta parte de las compañías líderes estadounidenses y mundiales en tecnología de la información, como Yahoo e Ebay, fueron fundadas por inmigrantes. "No queremos que la próxima Intel o Google sea creada en China o la India", declaró el presidente.
"No importa de dónde vienes; lo que importa es que creas que todos somos iguales"
Obama recordó que EE. UU. es un país de inmigrantes, no hay que olvidarlo y se debe dar la bienvenida a los que aceptan sus normas. Además, reconoció el gran aporte de los inmigrantes al desarrollo de Estados Unidos durante décadas. "[Los inmigrantes] han ayudado a hacer que este país sea más sólido y más próspero", dijo.
A sus promesas el mandatario sumó la que empujará el debate de la iniciativa Dream Act, que daría vía a la ciudadanía estadounidense a estudiantes indocumentados que hubiesen llegado a suelo estadounidense siendo menores de edad.
Obama señaló que la mayoría de los jóvenes que califican para el Dream Act llegaron a EE. UU. cuando eran muy niños, y que ahora tienen dedicación y merecen ser legalizados. "No importa de dónde vienes; lo que importa es que creas en los ideales de nuestra fundación; que creas que todos somos iguales y merecemos tener libertad de ir en pos de la felicidad", sentenció.
Al mismo tiempo en su discurso el presidente trató de analizar diferentes posturas de la reforma migratoria. Señaló que "no importa cómo vinieron, pero la mayoría de esta gente simplemente intenta ganarse la vida y mantener a su familia. Sin embargo, han violado las normas y se han colado en la fila. Y lo cierto es que la presencia de tantos inmigrantes ilegales es una burla para los que están tratando de inmigrar legalmente".
Nada en concreto
Mientras tanto al discurso elocutivo del presidente le faltaban datos concretos. El mandatario no habló de medidas ni de términos concretos en el calendario de la reforma. Obama reconoció que Washington todavía no dispone de las condiciones para debatir la reforma inmediatamente, sin embargo prometió que no dejará 'el campo de la batalla' desatada en 2008.
Cabe señalar que el 19 de abril los republicanos declararon que de ningún modo apoyarán una reforma migratoria bajo los términos señalados por la Casa Blanca. "Sé que muchos consideran que yo puedo pasar por alto al Congreso y cambiar la ley por mi cuenta. Sin embargo, no es así como funciona la democracia. Lo que tenemos que hacer es seguir combatiendo para aprobar una reforma", aseveró sobre eso el presidente Obama.
Según los datos del Departamento de Seguridad Nacional, en EE. UU. residen alrededor de 11 millones de indocumentados, la mayoría de ellos procedentes de América Latina.
Experto: EE. UU. está interesado en el flujo de inmigrantes legalmente desprotegidos
El experto de RT, el profesor de Ciudad Juárez Víctor Manuel Quintana, se muestra escéptico acerca de los avances de la reforma y considera que en realidad EE. UU. está interesado en el flujo de inmigrantes legalmente desprotegidos. "Creo que va a ser una reforma limitada, que va a ser un poco más de avance de lo poco que hay, sin embargo no como quisieran las organizaciones hispanas, no va a ver un reconocimiento pleno de los derechos de miles de inmigrantes. Pienso que la introducción de una reforma integral, cosa que no ha entendido EE. UU., que garantice todos los derechos para todos los inmigrantes, al menos los de México, incidiría en una alianza realmente para el progreso de Norteamérica, para su prosperidad. Eso no se entiende bien en EE. UU., porque allá se sigue queriendo lucrar con el bajo costo de la mano de obra", señala Quintana.