Iniciativa legislativa en EE. UU. podría amenazar cumplimiento de START
El presidente estadounidense, Barack Obama, podría verse limitado en su facultad de reducir el armamento nuclear tras la aprobación por parte de congresistas republicanos de unas enmiendas que retrasarían la aplicación del tratado START firmado entre Rusia y EE. UU.
Conforme a las enmiendas aprobadas por el comité de servicios armados de la Cámara de Representantes, dominada por los republicanos, la asignación de fondos para la desactivación de armas nucleares se realizará solo a condición de que la Casa Blanca presente a la Cámara Baja un informe sobre la medida. Además, el presidente no podrá modificar la lista de objetivos sin comunicarlo previamente al Congreso.
Estas medidas obstaculizan el cumplimiento del nuevo tratado START aprobado por los legisladores de EE. UU. en diciembre pasado.
Un analista político estadounidense estima que los republicanos aprovechan su capacidad de bloquear el presupuesto para presionar a Barack Obama.
Las enmiendas aprobadas junto con el proyecto del plan de gastos de defensa nacional para el año fiscal 2012 también incluyen una condición que impediría que la Casa Blanca gastase fondos entre 2011 y 2017 en la desactivación de cualquier ojiva nuclear a menos que los secretarios de Defensa y Energía proporcionen una certificación de que el arsenal restante esté en fase de modernización.
El Senado aún tiene que aprobar su versión del plan de gastos. Una vez aprobada, los dos proyectos tendrán que ser acordados en una conferencia, en la que muchas de las nuevas condiciones podrían ser rechazadas.
“El presidente y el Senado, que son demócratas, no van a estar de acuerdo con quitar fondos a este fin. Es una pelea por una razón, quizás, colateral pero por ahora está impidiendo el cumplimiento por parte de EE. UU., de sus obligaciones según el tratado. Creo que sí, se va a avanzar porque, por un lado, el país está comprometido en reducir las armas, por otra parte, hay ganas de todos lados de modernizar las armas” comentó el analista político estadounidense Rober Macaulay.
“Parece que están poniendo obstáculos de corto plazo al presidente pero para la defensa nacional, que es la prioridad del gobierno, hay que hacer lo necesario”, dijo el experto.
El nuevo acuerdo START entró en vigor el febrero pasado después de haber sido sometido a diversas modificaciones, tanto por la parte rusa, como por la estadounidense. Según el tratado, cada parte deberá reducir la cantidad de sus ojivas nucleares en un tercio durante los próximos siete años, hasta que quede un máximo de 1550 unidades. El número de vehículos de transporte de armas atómicas para cada país, al mismo tiempo, no deberá superar los 800.
“En nuestro país también hay problemas con ciertos congresistas que quieren mantener tal avión o tal arma no necesariamente porque son necesarios sino porque hay fábrica en su distrito. Entonces, hay que negociar, hay que hacer arreglos en todo esto. Es como una votación de protesta por parte de los congresistas pero, finalmente, ellos tendrán que buscar una solución global. Tendrán que hacer un presupuesto de la defensa y dentro de este presupuesto tendrá que haber dinero para hacer esto”, agregó Macaulay.