Casi 900 periodistas acudirán el miércoles a Skólkovo, el 'Silicon Valley ruso', para asistir a una rueda de prensa multitudinaria con el presidente de Rusia, Dmitri Medvédev.
Los periodistas acreditados de Rusia y de todo el mundo tendrán la oportunidad de plantear las preguntas más variadas al presidente ruso. La rueda de prensa, que se organiza este miércoles, es la más numerosa que el jefe del Estado ha convocado desde el principio de su mandato.
Pese a que el líder ruso ya ha hablado varias veces con periodistas y estudiantes, para él esta es una forma completamente nueva de comunicarse con la población porque, según la agregada de prensa del líder ruso, Natalia Timakova, la reunión con los representantes de los medios de comunicación locales y extranjeros se realizará por primera vez sin la presencia de un secretario y sin un tema definido de antemano. Además en estos tres años que Medvédev lleva en el Kremlin, no ha habido encuentros tan multitudinarios con periodistas. El presidente prefería entrevistas y encuentros con grupos más reducidos de los medios de comunicación. Los especialistas afirman que esta forma ayudará a mejorar el diálogo público entre la sociedad y el Gobierno.
El redactor jefe de la revista America Latina, Vladímir Travkin, opina que esta manera de hablar directamente con el pueblo es algo positivo, especialmente cuando se trata de la modernización de Rusia o de abordar la manera de subir un escalón en la democratización del país. Travkin también afirma que “el presidente va a tener la oportunidad de escuchar a su auditorio y ellos van a poder hacer preguntas directamente al presidente. Y eso es lo que permite al Gobierno entender mejor las inquietudes de la población y sus problemas”.
Eventos similares son una práctica habitual en algunos países de América Latina. Por ejemplo en Venezuela, Hugo Chávez presenta cada domingo el programa Aló Presidente. Un modelo que más tarde se implantó también en otros países, como Bolivia y Ecuador.
Por su parte, el expresidente de Rusia, Vladímir Putin, utilizaba activamente diferentes formatos de comunicación como la famosa Línea directa, en la que el por aquel entonces jefe de Estado, respondía a las preguntas de los ciudadanos en directo. Cuando pasó a ocupar el cargo de primer ministro no dejó de hacerlo. De hecho, el año pasado Putin batió su propio récord al hablar durante más de cuatro horas con ciudadanos de diferentes partes del país.
El jefe del Centro de Información Política, Alexeí Mujin, explica la estrategia de las autoridades: “Putin empezó la comunicación con el pueblo, pero Medvédev ha hecho bastantes modificaciones. Si Putin hablaba con periodistas, Medvédev habla con redactores jefe. Si Putin empezó a comunicarse con el pueblo a través de una línea directa, Medvédev lo ha hecho a través de Internet. El presidente se siente muy bien entre los usuarios de la Red y parece ser que goza de sus simpatías. Este tipo de comunicación ayuda a la 'desacralización' del poder. Está bien ver al líder del país en situaciones cotidianas”.
El presidente de la Federación Rusa es un gran seguidor de las nuevas tecnologías y un apasionado internauta. No en vano contesta tradicionalmente a las preguntas de la población a través de la Red. Tiene su propio video-blog y dos cuentas en Twitter (una oficial del Kremlin y una personal), algo que no sorprende si se tiene en cuenta que para Medvédev uno de los principales objetivos de su mandato es la modernización del país. De ahí que haya elegido la llamada 'ciudad de las ciencias' (el centro de innovación Skólkovo) en lugar del Kremlin para este encuentro con periodistas. Una señal inequívoca de su visión de futuro y de su objetivo de renovar Rusia.
Antes del encuentro, los periodistas han enviado por correo electrónico sus preguntas. Entre todas ellas el presidente elegirá las más interesantes para contestarlas y después dará la palabra a los informadores para que puedan plantear nuevas cuestiones en directo. La administración presidencial argumenta que esta rueda de prensa llega como respuesta a las numerosas solicitudes de entrevistas que le han planteado. Una forma eficaz de que se produzca un auténtico feed-back entre la prensa y las autoridades.