Para el amor materno no hay diferencias. Son fascinantes los sentimientos que expresan los animales hacia su prole. Pero resulta aún más curioso cuando, el instinto maternal de los mismos, se manifiesta hacia las crías de otras especies. En un zoo siberiano una gata ha 'adoptado' a un lobezno recién nacido, que había sido abandonado por su madre.
Tras encontrar al lobezno 'huérfano' los empleados del zoo lo llevaron a una gata que acababa de amamantar a sus crías. La felina lo acogió sin problemas y lo cuida como si fuera uno más de sus gatitos. Los especialistas del zoo lo alimentan también con un biberón.
Todo el mundo sabe que el instinto maternal no tiene límites. No es el primer caso en este parque, los cuidadores ya se han visto obligados en otras ocasiones a buscar 'madres adoptivas' para las crías. Anteriormente una perra Cocker-Spaniel cuidó y alimentó a un cachorro de lince.