La Autoridad Palestina criticó el rechazo de Netanyahu a la propuesta de Barack Obama de que Israel retroceda a sus viejas fronteras de 1967.
Nabil Abu Rudeina, el secretario de prensa del jefe del país, sostuvo que “estas declaraciones confirman que él [Netanyahu] no está preparado para hacer una paz basada en la justicia y en el derecho internacional”.
Durante el encuentro que Netanyahu mantuvo con Obama en Washington el viernes, el político israelí señaló que el país no puede retirar sus fronteras al límite de 1967, año en el que se produjo la llamada Guerra de los Seis Días, porque en este caso se quedaría indefenso. “Israel no puede volver a las líneas de 1967, que son indefendibles, y no tener en cuenta los cambios del terreno y demográficos que han ocurrido en los últimos 45 años”, sostiene el gobernante hebreo.
También afirmó que su país quiere paz en la región, pero subrayó que debe ser una paz que “no ponga en peligro la supervivencia de Israel”. Asimismo el primer ministro criticó ferozmente el pacto de reconciliación entre dos movimientos palestinos, Al Fatah y Hamás, acusando a éste último de ser “la versión palestina de Al Qaeda”. Además Netanyahu presentó un ultimátum al declarar que Al Fatah deberá elegir “si quiere hacer la paz con Hamás o con Israel”.
En respuesta a lo expresado por Obama en su reciente discurso sobe la situación en Oriente Medio, en el que el mandatario norteamericano afirmó que Israel debería retirarse de Cisjordania, Netanyahu señaló que Tel Aviv mantendrá sus tropas en la frontera con Jordania.
Después de la reunión ambos políticos constataron que existe una serie de diferencias entre las posturas de los dos estados sobre las negociaciones de paz con Palestina, aunque ambos países están dispuestos a colaborar en este tema.
Cabe mencionar que algunos analistas, como Conn Hallinan, opinan que la declaración de Obama sobre el retroceso de Israel a sus fronteras de 1967 se hizo para aumentar la credibilidad de EE. UU. en Oriente Medio tras el conflicto en Libia. “Si no hiciera [Obama] esta declaración, no tendría credibilidad ninguna en Oriente Medio. El mundo árabe no está contento con lo que está pasando en Libia, hay mucha hipocresía”, señala Hallinan, que especula con la posibilidad de que “el mando militar le haya dicho a Obama que EE. UU. seguirá perdiendo su influencia [en la zona] si no se resuelve el conflicto palestino-israelí”.