En España miles de personas llenan las plazas y calles del país por sexto día consecutivo en lo que se ha bautizado como el Movimiento 15-M o la 'Spanish Revolution'.
La Policía informa que las concentraciones pacíficas, que ya se han extendido por toda España, no están autorizadas. Sin embargo, no hay una base legal para disolver a las miles de personas reunidas, ya que el Gobierno no tiene derecho a dar la orden de intervenir a la policía de acuerdo con la interpretación de cierta legislación y jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Según ésta, no se puede disolver una manifestación pacífica, aunque no esté autorizada.
Todo apunta a que las protestas pacíficas continuarán adelante pese a la prohibición de la Junta Electoral.
Decenas de miles de manifestantes (28.000 según los datos de la policía) recibieron el inicio de la sexta jornada de protestas simbolizando un 'grito mudo' colectivo, en una representación en la que miles de personas se cubrieron la boca con esparadrapos. Tras las campanadas de medianoche del reloj de la plaza, los ciudadanos congregados en la Puerta del Sol de Madrid y otros espacios céntricos de las ciudades españolas han comenzado a gritar "ahora todos somos ilegales" y "estamos reflexionando". A esa hora comenzaba la jornada de reflexión previa a las elecciones en la que, según la legislación española, no está permitido hacer ningún tipo de manifestación pública con fines políticos.
El Movimiento 15-M, bautizado así por haber comenzado el 15 de mayo para demandar cambios en el sistema político, económico y social, nació en la plaza central de Madrid y ya se ha extendido, no sólo a otras ciudades de España, sino también a Europa.
En Valencia unas 10.000 personas, según la Policía Local, se congregaron en la plaza del Ayuntamiento, más de 13.000 personas se concentraron por las calles de las principales capitales andaluzas en apoyo al Movimiento 15-M. En la manifestación convocada en Málaga participaron unas 7.000 personas, que se dieron cita en la Plaza de la Constitución. En Sevilla, la Plaza de La Encarnación registró una afluencia de unas 4.000 personas. Y la gente sigue llegando a las plazas principales de ciudades de toda España con sacos de dormir y esterillas.
Cientos de niños se han sumado a las protestas pacíficas en Barcelona, convirtiendo así la jornada a un festival al aire libre con actuaciones musicales infantiles.
En Londres, París, Bruselas, Praga, Budapest, Berlín, Roma y Lisboa la protesta española también ha generado movilizaciones de jóvenes españoles que en su mayoría se congregan frente a las embajadas de su país.