La canciller de Alemania, Angela Merkel, volvió a la idea de dejar de usar la energía atómica en el país en el año 2022; antes su gobierno había tomado la decisión de prolongar este período, establecido por el gabinete anterior de Gerhard Schröder, hasta el año 2035.
El sábado Merkel comentó que el 2022 es "el plazo correcto” para cerrar todas las centrales nucleares del país. En su anuncio sobre el asunto agradeció al partido Unión Social Cristiana, que hizo “una contribución importante” a la decisión.
El gobierno de Merkel ha realizado un paulatino cambio desde su llegada al poder. En un principio defendía la energía nuclear y prolongó el plazo de 'echar el cierre' planeado para dentro de 11 años, hasta el 2035. Lo explicaban por las dificultades de la transición a la introducción de las fuentes renovables de energía, que supuestamente resultarán en un crecimiento importante del precio de la electricidad en el país.
Según destacan los expertos, la decisión actual de Merkel y este paso atrás de su gabinete está relacionada con las masivas protestas de la población tras la avería en la central japonesa Fukushima-1, donde todavía continúan los trabajos para disminuir el daño causado a la naturaleza tras múltiples fugas de los elementos radioactivos.
Los alemanes también conectan este cambio en el enfoque del gobierno, que también paralizó la actividad de forma temporal para realizar una revisión en las siete estaciones nucleares más viejas del país, con la última campaña electoral. Actualmente en Alemania está creciendo rápidamente el apoyo al Partido “Verde”, lo que estimula a sus oponentes a cambiar sus posiciones en varios asuntos para corresponder más a las exigencias actuales de la población.