Un juez federal en Arizona determinó que la persona que organizó un tiroteo en la reunión que mantenía la congresista estadounidense demócrata Gabrielle Giffords con sus electores el pasado abril, no puede ser juzgada debido a que carece de competencia mental suficiente para enfrentarse al proceso judicial.
El juez Larry Burns determinó que Pared Loughner, de 21 años, está incapacitado mentalmente para someterse a un juicio y tiene que ser ingresado en una clínica psiquiátrica por un periodo de cuatro meses.
Si tras el internamiento se determina que Loughner no puede recuperar su capacidad mental para el juicio, el juez puede desestimar los cargos en su contra.
Antes de ser declarado mentalmente incompetente el procesado gritó: “Gracias por este espectáculo de locos. Ella murió delante de mí”. Su reacción demuestra que el delincuente confunde lo real con el mundo imaginario.
Giffords no murió, sino que recibió una herida grave en la cabeza. Loughner dejó 13 heridos y asesinó a seis personas, incluida una niña de 9 años y un juez federal.
A pesar de la evidencia del delito, Loughner sigue los consejos de su abogada, Judy Clarke, y no se reconoce culpable. La abogada del tirador de Arizona es conocida por haber defendido a varios extremistas, incluidos Ted Kaczynski, que durante casi 20 años estuvo enviando cartas bomba, y Timothy McVeigh, autor del atentado con explosivos en un edificio federal de Oklahoma en 1995 que causó 168 muertes.