La policía desmontó un verdadero bar —contaba incluso con dos mesas de billar— que operaba dentro de una prisión del estado mexicano de Chihuahua.
En un operativo en la cárcel para reos de bajo riesgo las autoridades descubrieron unas 200 botellas de cerveza, 12 de tequila y 20 botellas de vodka, así como armas de fuego, marihuana y heroína.
Carlos González, portavoz de la Fiscalía de ese estado norteño, no detalló cómo los prisioneros pudieron ocultar a los funcionarios semejante establecimiento, pero informó de que un subdirector del centro penitenciario ya había sido despedido y podría enfrentar cargos.
Las cárceles mexicanas, que albergan unos 222.000 reos, tienen mala fama por su hacinamiento. A menudo se convierten en escenarios de disturbios y evasiones que se cree que se realizan con ayuda de carceleros corruptos.