El Ministerio de Defensa de Yemen ha informado de que en uno de los almacenes del Ejército en la capital del país, Saná, se produjo una explosión. El estallido dejó más de 30 muertos y decenas de heridos. Las autoridades no informan acerca de las causas del accidente.
La explosión tuvo lugar en el clima de enfrentamientos violentos entre las tropas gubernamentales y los representantes de la mayor unión tribal del país, Hashed, que se ha unido al movimiento opositor. La noche del miércoles al jueves en Saná dejó un saldo de 70 víctimas fatales: 20 militares, 46 miembros de la tribu y 4 personas más que no participaban en las protestas. Se cerró el aeropuerto de la capital y todos los vuelos fueron dirigidos al otro, en el sur del país.
El Departamento de Estado de EE. UU. ordenó la evacuación obligatoria de las familias de todos sus diplomáticos en Yemen y de la mayoría de empleados de la embajada, ya que la seguridad en el país se está deteriorando muy rápidamente. En la embajada estadounidense en Saná se quedará un mínimo esencial de empleados para garantizar su funcionamiento. La evacuación voluntaria ya fue anunciada en marzo.
El jueves por la mañana la Fiscalía General de Yemen emitió la orden de arresto contra los líderes de las tribus que participan en los choques armados con las tropas gubernamentales. Muchos de ellos están en las listas de sospechosos de terrorismo.
Los disturbios se intensificaron el lunes, después de que el domingo el mandatario del país, Ali Abdalá Saleh, volviera a negarse a abandonar el poder.