Mientras Ratko Mladic estudia las acusaciones que ha presentado La Haya contra él, Belgrado espera el reconocimiento de su colaboración con la Unión Europea. Sin embargo, pese a que Bruselas planteaba la captura del exgeneral como una condición fundamental para que Serbia forme parte de la comunidad, ahora el país balcánico tendrá que hacer frente a nuevos requisitos.
Entre ellos, la reforma de la justicia, el fortalecimiento de la lucha contra la delincuencia organizada y la corrupción y la reforma electoral. Parece que la lista nunca acaba. Aleksandar Pavic, un analista político de Belgrado, señala que actualmente la UE está solicitando la extradición de Goran Hadzic, uno de los líderes serbios en la guerra civil en Croacia. Asimismo el experto subraya que “algunos funcionarios europeos hablan sobre que Serbia tiene que reconocer de facto su propia provincia de Kosovo para que pueda ingresar en la UE”. Pavic afirma que “Serbia es un país muy corrupto. Hasta que no deje de ser corrupto, no podrá entrar en la UE. Mientras que Tadic y su partido permanezcan en el poder, la lista de exigencias será infinita".
El arresto de Ratko Mladic ha provocado una gran polémica en la sociedad serbia. Gran parte de la población expresa su desacuerdo con la extradición del exjefe militar. Son muy pocos los que apoyan la política del actual presidente Tadic.
Para muchos Mladic es un héroe nacional: un oficial que defendía a los serbios en la antigua Yugoslavia. Ya se han producido varias movilizaciones de protesta y mítines en contra de su entrega. Y el descontento puede aumentar aún más en caso de que el presidente Tadic no logre alcanzar finalmente el ingreso en la UE. Esto podría conllevar el fin de su carrera política.
Sin embargo, el deseo de Serbia de formar parte de la UE le obliga a actuar en contra de la opinión de un sector significativo de sus ciudadanos. “Estoy totalmente seguro de que nosotros arrestaremos al señor Goran Hadzic. En las próximas semanas o meses. Es cuestión de tiempo, pero está claro que Serbia está cumpliendo todas sus obligaciones internacionales”, declaró el mandatario serbio en respuesta a la solicitud de extradición del líder de los serbios de Croacia, Goran Hadzic.
Tal convicción se apoya en las declaraciones optimistas de algunos líderes europeos que vislumbran el cercano ingreso de Serbia en la UE. Así, por ejemplo, el presidente galo, Nikolás Sarkozy, aplaudió la decisión de Tadic de extraditar a Mladic: “Es una noticia muy grande. Es un paso muy valiente por parte del presidente serbio. Es un paso adicional para que un buen día Serbia forme parte de la Unión Europea”.
Las contradicciones en este caso plantean una gran cantidad de preguntas. ¿Quién busca beneficiarse al poner tantas trabas para postergar la entrada de Serbia en la UE? ¿Y quién podría aprovecharse de cultivar las esperanzas de este país sobre sus oportunidades de alcanzar ese objetivo?