Portugal debe prepararse para afrontar con coraje y paciencia los años venideros. Así se ha expresado el líder del partido social-demócrata, Pedro Passos Coelho, tras ganar los comicios del domingo. La formación que encabeza ha obtenido casi el 40% de los votos en unas elecciones donde la abstención ha alcanzado un nivel récord.
La crisis económica que sufre Portugal y las estrictas medidas de austeridad que se ha comprometido a adoptar para recibir 78.000 millones de euros de Bruselas y del Fondo Monetario Internacional (FMI) han acabado por apartar del poder al socialista José Sócrates, que fue proclamado primer ministro luso en 2005. Tras su derrota en las elecciones, Sócrates anunció su dimisión como secretario general del Partido Socialista (PS). El nuevo Legislativo de línea conservadora debe enfrentarse a la grave crisis económica que azota al país ibérico.
El analista político Juan Velarde, Miembro del Colegio Libre de Eméritos de Madrid, explicó a RT que España “está mirando a Portugal con auténtico agobio”. “Países como España siguen muy de cerca la situación de Portugal, porque Portugal es el tercer comprador de productos españoles. Por eso una caída de Portugal significaría perder un gran volumen de exportaciones. La salida de Portugal del euro, por ejemplo, significaría una pérdida de activos considerable para las empresas españolas”.
“Portugal tiene un déficit comercial altísimo que ha compensado con petición de créditos al exterior para que su economía siga funcionando. No es una economía competitiva, y ha tratado de mejorar su situación emitiendo deuda pública para compensar el déficit. La consecuencia ha sido que la deuda pública ha llegado a tener un interés de más del 9%. Con esos tipos de interés la economía portuguesa podría derrumbarse, y en ese caso el país no estaría en condiciones de devolver toda la cantidad de dinero que ha recibido del exterior", opina Velarde.
Las medidas que anunció el gobierno portugués y que, según el analista, serían las más eficaces, pasan por la reducción de los salarios y la liquidación de empresas públicas.