La oveja que se convirtió en la mascota favorita de los neozelandeses tras perderse por seis años y después ser encontrada murió en una granja en la isla Sur, dijo su dueño el martes.
El merino Shrek se alejó de su rebaño en 1998 y se dudaba de que estuviera vivo, eso hasta que fuera hallado en una cueva seis años más tarde luciendo un pelaje que le hizo parecer tres veces más grande.
Rápidamente el rumiante se ganó el cariño del público del país de 4,3 millones que cuenta en promedio con una proporción de 10 ovejas por cada habitante.
Mucha gente recuerda las imágenes que figuraban entonces en las cadenas televisivas de Nueva Zelanda de un esquilador cortándole su pelo larguísimo, que resultó pesar casi 27 kilos, seis veces más que el peso regular del vellón ganado de una oveja.
Shrek se encontró con la entonces primera ministra Helen Clark en el Parlamento nacional en Wellington y protagonizó varios libros para niños y presentaciones benéficas.
Su dueño, John Perriam, dijo que a los 16 años que Shrek cumplió no se podría esperar nada bueno en cuanto a su salud.
“Tenía una personalidad increíble. Amaba a los niños y trataba bien a los ancianos en asilos”, contó John.
Un servicio de recuerdo se oficiará por Shrek en la Iglesia del Buen Pastor en Tekapo, según medios locales.