México pide que Texas suavice sus alertas a viajeros
Un jefe del sector turístico mexicano solicitó que las autoridades del estado norteamericano de Texas suavicen sus alertas sobre la situación criminal en el país latinoamericano y lamentó el descenso en el flujo turístico a los balnearios seguros en México.
Rodolfo López Negrete, director general adjunto del Consejo de Promoción Turística de México, se reunió el miércoles con autoridades de Texas en Austin. Su visita, ya segunda en este año, se centró en advertencias emitidas por el gobierno del estado en enero y marzo pasado para que vacacionistas evitaran viajes a México.
En particular, se advirtió de que los balnearios como Acapulco o Cancún están envueltos en violencia y que los estudiantes que suelen arribar allí en el receso de primavera podrían verse en el fuego cruzado de pandillas rivales relacionadas al tráfico de drogas.
"Eviten viajes a México durante el receso de primavera y sigan vivos”, rezaba una de las alertas.
Negrete explicó que la meta de su visita fue convencer a las autoridades de Texas de que limiten tales advertencias solo a las zonas peligrosas del norte y estén más informados de la situación en México.
El funcionario está de acuerdo en que hay lugares en México, en particular cerca de la frontera, adonde no se recomienda ir de vacaciones. “Pero es obvio que uno no suspende su viaje a Dallas si hay problemas en Nueva York”, agregó.
Tiroteos, decapitaciones y secuestros son una realidad en algunas partes de México pero no es una amenaza para balnearios populares como Rivera Maya y Los Cabos. Esta diferencia debe ser reflejada en las alertas, según Negrete.
Las autoridades de Texas no comentaron.
La violencia afectó a la reputación de algunos centros turísticos en el país en los últimos meses. En Acapulco, el asesinato de varias mujeres en abril y la matanza de un ex funcionario carcelero en mayo aparecieron en portadas de diarios internacionales. Pero en general la violencia se registra en lugares fuera de sitios turísticos.
La violencia atribuida a la lucha entre carteles por el control del narcotráfico, enfrentamientos con la policía, actos de venganza y víctimas casuales se han cobrado las vidas de más de 35.000 personas desde diciembre de 2006, año cuando Felipe Calderón asumió su mandato presidencial y lanzó una ofensiva contra los carteles que trafican hacia Estados Unidos.
Según estadísticas del Departamento de Estado, 111 estadounidenses fueron asesinados en México el año pasado, comparados a los 35 en 2007.
Las apuestas son altas para México: un 60% de los 22 millones de turistas que viajan al país son estadounidenses, y un tercio de ellos viven o transitan en Texas. México es el país número 1 para aquellos estadounidenses que van de vacaciones al extranjero.