La 'Caravana del Consuelo' ha llegado a la urbe más violenta de México, Ciudad Juárez. La marcha contra el crimen organizado presidida por el poeta Javier Sicilia, líder del Movimiento Nacional por la Paz, ha recorrido medio país para combatir la violencia narco. Los participantes de la caravana y sus simpatizantes exigen justicia para las víctimas de la delincuencia, aunque sea a costa de la "desobediencia civil".
Desde que salieron el pasado sábado de la ciudad de Cuernavaca, los manifestantes han recorrido casi 3.000 kilómetros ya, pasando por las ciudades más golpeadas por la violencia del crimen organizado, como Ciudad de México, Morelia, Guadalajara, San Luís Potosí, Durango, Monterrey y Chihuahua. Se trata de, aproximadamente, mil personas viajando en una veintena de buses y en vehículos privados. En cada una de las urbes se han reunido con familiares de las víctimas que salían a su encuentro. Según estimaciones aproximadas, el número de participantes de estas reuniones varía entre 1.500 y 5.000 personas.
En cada una de las localidades tomaron parte en eventos simbólicos. En Monterrey los manifestantes, poetas y músicos entre ellos, recitaron versos y cantaron ante centenares de niños, alumnos de la escuela primaria Bernardo Alfonso Grousset.
En Chihuahua colocaron una cruz de madera en memoria de Marisela Escobedo en el lugar donde la mataron. Marisela fue asesinada en diciembre, mientras ponía un letrero para protestar por la excarcelación del asesino confeso de su hija adolescente. En el acto fueron acompañados por mujeres con capas negras y sombreros rosas, de luto por los centenares de mujeres asesinadas en la ciudad durante los últimos 20 años en crímenes calificados por la Corte Interamericana de Derechos Humanos como "feminicidios".
Sicilia, que perdió a su hijo a finales de marzo cuando este y seis amigos suyos fueron hallados torturados y asfixiados en un vehículo cerca de Cuernavaca, dice: "Tenemos que agruparnos como ahorita, darnos consuelo, mantenernos unidos e ir al boicot, ir, si es necesario, a la desobediencia civil". Reclama que se enfrente la impunidad y se respete a los activistas de derechos humanos, recordando al Gobierno que tiene una deuda de justicia con los muertos y con sus familias.
En sus discursos públicos realizados estos días, el poeta reconoció el valor de sus comanifestantes, quienes demandan una paz con justicia pese al terror que domina los caminos del país: "Yo también tengo miedo, pero el miedo y este dolor es lo que nos hace fuertes ante los temores y ante cualquier adversidad".
Acentúa: "No importa cuántos vamos a los mítines, sino cómo vamos sembrando ideas para cambiar de una buena vez este país. Tenemos que decir basta, porque yo me he dado cuenta en este recorrido que existe un gran dolor en el pueblo mexicano y necesitamos recuperar la alegría para recuperar nuestros espacios públicos, los parques donde antes jugaban los niños. Tenemos que recuperar nuestras vidas. Tenemos que gritar ¡Ya basta!".
Todo el rato Sicilia subraya: "Necesitamos estar unidos para llevar a cabo un poco de justicia a este país, que podamos llevar a buen puerto los seis puntos unidos todos los ciudadanos en esta fraternidad que nace de la indignacion, de estar tanto tiempo golpeados y humillados".
El viernes por la noche en Ciudad Juárez, que el poeta denominó como "el epicentro del dolor generado por la violencia en este país", se firmará el Gran Acuerdo Nacional Contra la Inseguridad. En Ciudad Juárez, que cuenta con 1,2 millones de habitantes, a lo largo de tan solo 2010 tuvieron lugar 3.100 homicidios.
Según la cifra oficial, desde que en 2006 el presidente Felipe Calderón lanzó la campaña para combatir al narcotráfico, en México se han registrado 37.000 delitos vinculados con el crimen organizado.
En el pacto que se firmará los manifestantes solicitarán al Gobierno que modifique la estrategia antidroga, actualmente confiada a las Fuerzas Armadas y definirán, entre otros objetivos, las acciones de resistencia civil y las exigencias ciudadanas que permitan emplazar al Estado mexicano.
Esta marcha es la tercera manifestación que organiza Sicilia desde marzo. Está previsto que el sábado la caravana cruce la frontera con EE. UU. y en la vecina ciudad norteamericana de El Paso, Texas, junto con activistas estadounidenses, instará a Washington a replantear su estrategia antidrogas que, según ellos, ha puesto al país en una guerra irracional que lo ha convertido en un gran cementerio.