Esta pareja de amigos se formó en un centro de recuperación de animales de la capital de Kenia. Allí, esta hembra de babuino tomó bajo su cuidado a un pequeño gálago abandonado por su familia.
La unión entre estas dos especies de primates es un fenómeno raro, aseguran los empleados del zoológico, y no suele ocurrir en su hábitat natural. Añaden que esta podría ser una forma de acostumbrarse a la vida en cautiverio.