El poeta, escritor y periodista mexicano Javier Sicilia, que encabezó la famosa 'Caravana del Consuelo', se reunió en El Paso, Texas, con los refugiados por la violencia en México, donde pidió al Gobierno de Estados Unidos que suspenda la Iniciativa Mérida y demandó que reconozca su responsabilidad en la violencia en el país.
Acompañado por los activistas en el Parque Lagartos, donde acudieron alrededor de 500 personas, el poeta manifestó que tanto la Iniciativa Mérida como toda la política antidroga de EE. UU., basada en las armas, es destructiva para México y otros países latinoamericanos, y pidió el fin de su estrategia militarista.
El poeta -que perdió en marzo pasado a su hijo, asesinado junto con otras seis personas en la capital mexicana- llamó a los ciudadanos de EE. UU. a unirse a la lucha contra la violencia. Comentó que en México hay unas 40.000 personas asesinadas y unos 10.000 desaparecidos.
La 'Caravana del Consuelo' con Dignidad y Justicia, encabezada por Sicilia y formada por miles de manifestantes, partió el 4 de junio de la ciudad de Cuernavaca, y atravesó medio país -2.500 kilómetros de territorio- hasta alcanzar el punto final, Ciudad Juárez, el "epicentro del dolor" debido a los niveles de violencia que se registran allí.
La marcha de la Caravana se terminó con la firma del denominado Pacto Ciudadano Nacional, compuesto por 70 puntos. Además de Javier Sicilia el documento fue firmado por centenas de activistas que realizaron la marcha con él, así como miembros de organizaciones sociales y ciudadanos de Juárez que acudieron al evento.
"Exigimos el fin inmediato de la estrategia de guerra, la desmilitarización de la Policía, el regreso del Ejército a los cuarteles y el retiro del fuero militar", señala uno de los puntos del pacto. El acuerdo exige también el juicio político al presidente Felipe Calderón y al secretario de Seguridad Pública, Genaro García.
Calderón inculpa a la industria armamentista de EE. UU. de miles de muertes en México
A su vez el presidente mexicano, Felipe Calderón, declaró que responsabiliza a la industria armamentista de EE. UU. por las miles de víctimas mortales en México a causa de la violencia desatada por el crimen organizado. Según el mandatario, la venta de armas constituye un lucrativo negocio que asegura millonarias ganancias.
"Las armas que venden bajo la denominada Segunda Enmienda (derecho de los estadounidenses a la defensa), no están llegando a las manos de los buenos ciudadanos americanos, sino a las de criminales que hoy están matando a mexicanos", aseveró Calderón durante el encuentro que sostuvo con la comunidad mexicana en el marco de su Visita de Trabajo por San José.
Calderón recordó que la prohibición para vender armas de asalto en EE. UU. expiró en 2004 "y pueden ver claramente cómo la violencia empezó a crecer desde 2005 y por supuesto que tomó una espiral hacia arriba durante estos últimos seis años". Agregó que el 85% de las 104.000 armas, más de 11 millones de cartuchos y 10.000 granadas decomisadas por el Gobierno federal fueron vendidas en EE. UU.