El líder del Partido Socialdemócrata (PSD), Pedro Passos Coelho, que obtuvo la victoria en las elecciones legislativas lusas del 5 de junio, fue investido oficialmente como nuevo primer ministro de Portugal.
Passos Coelho, de 46 años, prometió formar con rapidez un nuevo Gobierno de coalición para afrontar la grave crisis económica y financiera en la que está sumergido el país. Según los resultados de las elecciones, el PSD obtuvo un 38,6% de los votos frente al 28% para el Partido Socialista (PS) del primer ministro saliente, José Sócrates, quien tras la derrota en los comicios anunció su dimisión del puesto de líder del partido.
El PSD obtuvo en las elecciones 105 escaños en el Parlamento unicameral de Lisboa y alcanzó un acuerdo de coalición con el Partido Popular (CDS-PP) que tiene 24 diputados, lo que dio a los derechistas la mayoría absoluta con 129 bancas de las 230 que hay en la cámara. Por el momento el cuerpo del Parlamento todavía no está acordado, pero durante su campaña electoral Passos Coelho prometió reducir la cantidad de ministros de 16 a 10.
Comenzando su mandato de cuatro años, el nuevo jefe del Gobierno tendrá que aplicar duros recortes y realizar una reforma laboral adoptada el mes pasado a cambio de una ayuda financiera de 78.000 millones de euros (unos 109.000 millones de dólares) prestada a lo largo de los próximos tres años por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Pero Passos Coelho ya había expresado su voluntad de ir más allá de las condiciones planteadas por la UE y el FMI, impulsando un agresivo programa de privatizaciones.