Una pareja estadounidense se muda a un 'paraíso'... lleno de serpientes
Cuando el matrimonio Seyshns del Estado de Idaho, en EE. UU., se compró una tentadora casa de seis habitaciones y jardín de 2 hectáreas en un bucólico enclave, creyó haber encontrado su lugar en el 'paraíso'. Sin embargo, resultó que en aquel 'edén' no sólo había una serpiente. Había miles...
Sólo después de hacer la mudanza, el matrimonio se percató de que miles de áspides de coral africanas, de hasta un metro de longitud, cohabitaban con ellos en su dulce hogar. Los reptiles aparecieron en los intersticios de los ladrillos, en el sótano y en la buhardilla. Las serpientes anidaron en la casa y se adaptaron a ella con toda naturalidad.
Cuando se interesaron por esta vivienda, el agente inmobiliario les dijo a Ben Seyshns y a su esposa embarazada que las historias que circulaban sobre la existencia de serpientes en aquella casa eran sólo una leyenda, una invención de los anteriores inquilinos que querían rescindir el acuerdo hipotecario. Sin embargo, resultó que todos los lugareños sabían que la ´casa serpentina´, como la llamaban todos, estaba infestada de reptiles y, lo que era peor, resultaba imposibles eliminarlos.
Durante los tres primeros meses la pareja se dedicó a combatir a las serpientes. Las sacaban a cubos y las mataban. En un solo día Seyshns Ben llegó a matar 42 reptiles. La pareja no podía permitirse cancelar el contrato, ya que en este caso se declararían en quiebra.
Finalmente, la guerra la ganaron las serpientes, que lograron 'expulsar' a la pareja de su paraíso, para entonces ya convertido en un infierno. Tras un año de lucha constante la familia dejó la casa, ubicada a 150 kilómetros del Parque Nacional de Yellowstone. Después de haber nacido su hija, la familia optó por abandonar la vivienda, alegando que ya no podían vivir en aquel foso de serpientes. El coste de 'la casa serpentina', estimado en unos 180.000 dólares, se fue reduciendo poco a poco hasta los 109.000 dólares.