Más de 3.500 efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana participaron en el operativo para retomar el control de las dos prisiones amotinadas en el estado venezolano de Miranda, al norte de Caracas. El operativo marcó la culminación de casi un mes de negociaciones entre la Dirección Nacional de Servicios Penitenciarios y los reos sublevados en distintos centros de reclusión.
Las autoridades decidieron actuar, después de que el pasado domingo 22 personas murieran (entre ellas un visitante) y 14 resultaran heridas en El Rodeo, como consecuencia de un enfrentamiento entre dos grupos de presos. El presidente Hugo Chávez planteó, desde La Habana, la tarea de desarmar a los reos minimizando las probables pérdidas entre los efectivos y al mismo tiempo “no causar ningún tipo de baja” entre los reclusos.
No obstante, el mando de la Guardia Nacional reporta 2 muertos y 22 heridos entre sus agentes. Aún se desconoce si hay alguna víctima mortal entre los 5.000 reclusos que pueblan los dos centros. El operativo duró todo el viernes y terminó con éxito en El Rodeo I, mientras en El Rodeo II prosigue durante la madrugada de este sábado (hora local venezolana).
La Guardia Nacional mantiene cerrado, a un kilómetro de distancia, el acceso a los penales. Los familiares de muchos de los presos se congregaron en ese punto tras las llamadas alarmantes desde el interior de ambas prisiones, de tal modo que la Guardia tuvo que lanzar gases lacrimógenos para dispersar a la muchedumbre y abrir paso a los refuerzos.