El primer ministro de Libia, Baghdadi Ali al-Mahmudi, confirmó que su gobierno tuvo negociaciones con los rebeldes, las cuales se llevaron a cabo en varios lugares de Europa y África. “Nuestras puertas están abiertas para todos y mantenemos contactos con todas las partes”, advirtió en una rueda de prensa.
Para desmentir ante los medios de comunicación las denuncias de Bengasi de que no hubo tales contactos, el político propuso consultar a los servicios de información de Egipto, Francia, Noruega y Túnez. “Ellos les dirán la verdad”, aseguró, agregando que Trípoli puede presentar las grabaciones de dichas negociaciones y nombrar a todas las personas que participaron en ellas.
Al referirse al tema de la operación militar de la OTAN contra Trípoli, al-Mahmudi condenó los “crímenes de guerra y delitos contra la humanidad”, según dijo, cometidos por la Alianza. “Dentro de las últimas 72 horas los militares de la OTAN pasaron a una nueva etapa de su agresión contra el país norteafricano, apuntando directamente contra los objetos civiles”, precisó.
En particular, informó que “el jueves los aviones de la Alianza echaron una bomba contra un hotel, y el viernes pusieron la mira sobre la universidad capitalina”. A este respecto el primer ministro pidió convocar una reunión especial de la ONU para investigar “los delitos contra la población civil cometidos por la OTAN en Libia”.
Al mismo tiempo, en un mensaje televisado, el líder del régimen, Muammar Gaddafi, denunció que no quiere “reconciliación, ni conversaciones con ellos”, refiriéndose tanto a los líderes rebeldes, como a las fuerzas aliadas. “Estamos en nuestro país y perseveraremos en quedarnos aquí hasta la muerte”.