El depuesto presidente tunecino Zine El Abidine Ben Alí y su esposa Leila Trabelsi, fueron condenados hoy en rebeldía a 35 años de cárcel cada uno por malversación de fondos públicos.
Ambos fueron imputados por posesión y tráfico ilegal de drogas y armas, y además fueron responsabilizados de llevar a cabo acciones que causaron muertes entre los manifestantes involucrados en la revuelta popular de enero. Sin embargo, la vista de estos cargos fue postergada hasta el 30 de junio.
Junto a la pena cárcel, sobre Ben Alí y su mujer recayó una multa equivalente a 65,5 millones de dólares.
El hombre que dirigió Túnez durante 23 años y fue depuesto el 14 de enero de este año tras una revuelta polular en su contra, afronta en total 93 cargos.
Desde el 14 de enero el ex mandatario de Tunez se encuentra con su familia en Arabia Saudita, pese a que la cancillería tunecina presentó una solicitud para su extradición el pasado 20 de febrero.