Obama anuncia la salida de 33.000 soldados de Afganistán en un año

En los próximos doce meses EE. UU. retirará de Afganistán 33.000 efectivos, 10.000 de los cuales saldrán a lo largo de este año, según declaró el presidente estadounidense, Barack Obama, en su discurso a la nación.

En los próximos doce meses EE. UU. retirará de Afganistán 33.000 efectivos, 10.000 de los cuales saldrán a lo largo de este año, según declaró el presidente estadounidense, Barack Obama, en su discurso a la nación.

"A partir del próximo mes de julio podremos repatriar a 10.000 de nuestros militares de Afganistán, y para el próximo verano el número de soldados que regresará a casa sumará un total de 33.000. Una vez realizada esta reducción inicial del contingente, nuestros militares regresarán a casa de forma paulatina, a medida que los afganos vayan asumiendo la responsabilidad [por la seguridad]”, manifestó el mandatario estadounidense.

En 2010 EE. UU. envió 33.000 efectivos a Afganistán para reforzar el continente militar aliado en 2010.

“En 2014 el proceso de transición será terminado y el pueblo afgano asumirá la responsabilidad por su seguridad”, enfatizó Obama.

En diciembre de 2009 la Casa Blanca anunció el envío de 30.000 efectivos adicionales a Afganistán para acelerar la derrota del movimiento radical islámico Talibán y al mismo tiempo prometió que a partir de julio del 2011 iniciará la retirada de las tropas estadounidenses de ese país. De este modo, la cantidad total de tropas estadounidenses desplegadas en Afganistán ascendió a 99.000 personas, a los que hay que sumar los 47.000 efectivos de otros países miembros de la OTAN.

Últimamente la misión estadounidense en este país viene siendo objeto de reiteradas críticas en el Congreso de EE.UU., debido a su alto coste en pérdidas humanas y al gasto de 10.000 millones de dólares anuales que supone.

Sin embargo el analista político Lajos Szazdi considera que la operación estadounidense está lejos de terminar.

“Al Qaeda no está acabada. Aunque el presidente aseguró que de acuerdo a la información obtenida en la residencia de Bin Laden, se encuentra bajo mucha presión, sabemos que Al Qaeda opera en otros países. Incluso si logran derrotarla en Pakistán, está operativa en otros países. Los talibanes son un problema latente que no va a terminar, aunque se constaten éxitos. De hecho, pueden regresar, como ya lo han hecho en zonas donde habían sido derrotados. Los talibán operan como una guerrilla. El problema de la insurgencia en Afganistán está lejos de acabar”, afirmó.

EE.UU. continuará exigiendo que Pakistán luche contra el terrorismo

Según anunció Barack Obama en su discurso, EE.UU. continuará exigiendo a Pakistán que se aplique con esfuerzos renovados en garantizar la seguridad de la región, y al mismo tiempo prometió que la Administración estadounidense seguirá colaborando con Islamabad en la eliminación de “nidos terroristas”.

“Naturalmente debemos esforzarnos al máximo para que los terroristas dejen de sentirse seguros en Pakistán. Este es el país más amenazado por la presencia de extremistas y es por ello que continuaremos ejerciendo una presión sobre Pakistán para que invierta mayores esfuerzos en garantizar la seguridad y garantice un futuro pacífico a esta región desgarrada por los conflictos”, dijo Obama.

Asimismo, el presidente norteamericano denunció el uso de determinados territorios como santuarios por parte de los terroristas. "Mientras siga siendo presidente, EE.UU. no permitirá que exista un refugio para aquellos que nos quieren asesinar. Los terroristas no podrán escapar de nosotros ni de la justicia”, dijo.

Las relaciones entre EE. UU. y Pakistán se vieron seriamente enturbiadas tras el operativo realizado en mayo de este año, en el transcurso del cual fue aniquilado el “terrorista número uno” Osama Bin Laden. Las autoridades norteamericanas expresaron su perplejidad por el hecho de que los gobernantes de Pakistán hicieran la vista gorda ante la presencia de Bin Laden en un refugio cercano a la capital paquistaní. Por su parte, los gobernantes de este país declararon que no entendían con qué derecho EE.UU. podía llevar a cabo operaciones especiales en el territorio de un Estado soberano.