Centroamérica presenta hoy al mundo en la capital guatemalteca su estrategia de seguridad. Como explicó el secretario general del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), Juan Daniel Alemán, la estrategia se centra en 14 prioridades en materia de lucha contra el delito, prevención de la violencia y fortalecimiento institucional.
La Conferencia Internacional de Apoyo a la Estrategia de Seguridad de Centroamérica unirá a 55 delegaciones que han confirmado su participación. Durante esta cumbre los delegados van a contemplar 22 proyectos estratégicos que abarcan desde la capacitación y profesionalización de las fuerzas de seguridad o la adquisición de armamentos y equipos de alta tecnología, pasando por el fortalecimiento de los sistemas carcelarios y de inteligencia, hasta programas de prevención dirigidos especialmente a los jóvenes.
Además de los mandatarios de Centroamérica, a la conferencia van a asistir los presidentes de México y Colombia, Felipe Calderón y Juan Manual Santos, respectivamente; la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton; la ministra española de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, y el comisario de Comercio de la Unión Europea, Karel De Gucht. En el marco de esta conferencia el líder colombiano, Juan Manuel Santos, expondrá la experiencia de Bogotá en la cooperación regional en seguridad.
La estrategia fue elaborada por equipos técnicos y políticos regionales coordinados por la Comisión de Seguridad del SICA de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Belice y República Dominicana.
Según la información del Ministerio de Gobernación de Guatemala, Centroamérica es una de las zonas más violentas y pobres del mundo. El promedio de muertes violentas es de 17 personas al día. La mayoría de los asesinatos se cometen en Guatemala, El Salvador y Honduras, donde chocan los intereses del narcotráfico y las pandillas juveniles.
Según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) publicado este martes, las autoridades centroamericanas gastan cada año aproximadamente 6.500 millones de dólares para combatir la violencia, lo que supone el 8% del PIB de la región.