En el día del solsticio invernal Evo Morales se enfundó un traje indio tradicional y se calentó las manos en una hoguera ritual para dar la bienvenida al Año Nuevo del pueblo andino aimara, que lleva practicando este rito desde hace 5.519 años.
En este día tan importante para esta cultura andina el mandatario boliviano pidió "paz, igualdad, dignidad y una buena cosecha para que no falte el alimento" en el inicio de una nueva estación agrícola.
Junto a decenas de miles de personas, Morales se subió a una colina junto a las ruinas del antiguo complejo arquitectónico de Tiwanaku, a 72 kilómetros de La Paz. Los chamanes ofrecieron un sacrificio a los dioses del sol y de la tierra y con la vista clavada en los rayos del sol hicieron un pronóstico para el año próximo y concluyeron que los pueblos de América Latina se unirán más.
Al mismo tiempo, en el emplazamiento preincaico de Incallajta, ubicado a unos 600 kilómetros más al Este, el vicepresidente García Linera homenajeó a las culturas precolombinas.
"Cómo no sentirnos orgullosos de nuestros antepasados que lograron crear nuevas civilizaciones agrícolas e hidráulicas, las más importantes del mundo entero. Cuando en Europa la gente tenía que ir a traer agua en pequeños baldes de madera, en Tiwanacu, en la zona Amazónica y aquí , en Incallajta, nosotros, nuestros abuelos, sabían controlar el agua, podían llevarla a cada casa a través de complejos sistemas hidráulicos", sentenció.
La fiesta del solsticio invernal se basa en el culto al Sol. La gente se despide del Sol “antiguo” y saluda al sol “nuevo”.
El presidente Morales, que se enorgullece de su origen aimarí, participa anualmente en esta fiesta cuya popularidad aumenta con cada año. Cuando el astro aparece tras los montes e ilumina las Puertas del Sol, en el antiguo complejo arquitectónico Tiwanaku, los reunidos extienden las manos al cielo para captar la energía del Sol nuevo.
En honor de la fiesta se organizan las ferias y diferentes conferencias, y también se practica el acullico o mascada que consiste en la masticación de un pequeño bolo de hojas de coca.
En este día el sol se encuentra en su punto más alejado de la Tierra. Por ello una parte de la ceremonia festiva se denomina Intiwatana, que significa “atar el sol”, ya que indios dicen que, gracias a este rito, impiden al astro alejarse demasiado del planeta.