La policía antidisturbios de Chile arremetió con gases lacrimógenos y carros lanza agua contra los estudiantes que se manifestaron cerca del Ministerio de Educación exigiendo más financiación para las escuelas y universidades. Cuando los agentes intentaron dispersar a los manifestantes, éstos respondieron arrojando piedras.
Durante las últimas semanas, Chile ha sido escenario de multitudinarias huelgas de alumnos que exigen mejoras en el sistema educativo. A los escolares se sumaron profesores e incluso directivos de las instituciones educativas.
El pasado 16 de junio unos 70.000 estudiantes salieron a las calles de Santiago, dando cuerpo a una protesta que posteriormente fue calificada como la más importante desde el retorno a la democracia en 1990. Para el próximo 30 de junio está prevista una nueva marcha que, según diversas estimaciones, podría convocar a unas 200.000 personas. Los indignados chilenos demandan una reforma del actual sistema de administración de las instituciones educativas y piden más fondos del Estado. En general protestan contra el modelo neoliberal, adoptado en la época de la dictadura de Augusto Pinochet que defiende la mínima intervención estatal en materia económica y social.
Hoy en día, en Chile el Estado sólo financia el 14% de la educación pública, mientras que hace aportaciones a universidades privadas. Desde que comenzaron las protestas, unos 400 colegios y escuelas permanecen cerrados.