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Presentan cargos por homicidio contra el dueño del club que se incendió en los Urales

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En Rusia fueron presentados cargos por homicidio negligente contra el empresario Konstantín Mryjin, uno de los propietarios del club nocturno 'Caballo Cojo de la ciudad de Perm, en el que en diciembre de 2009 murieron 156 personas tras declararse un incendio. Hace unos días, el dueño del bar
Presentan cargos por homicidio contra el dueño del club que se incendió en los Urales

En Rusia fueron presentados cargos por homicidio negligente contra el empresario Konstantín Mryjin, uno de los propietarios del club nocturno 'Caballo Cojo de la ciudad de Perm, en el que en diciembre de 2009 murieron 156 personas tras declararse un incendio.

Hace unos días, el dueño del bar fue extraditado desde España, a donde había huído intentando escapar a una posible condena por homicidio. El empresario había abandonado Rusia, pero a finales de agosto de 2010 fue arrestado en las inmediaciones del domicilio donde se ocultaba en Barcelona.

La Fiscalía estableció que “entre enero de 2002 y diciembre de  2009 Mryjin, siendo uno de los propietarios y director comercial del club 'Caballo Cojo', en la ciudad de Perm, generó servicios de alimentación, y organizó actividades culturales que violaron seriamente las normas de seguridad de los clientes”.

El incendio que se declaró la noche del 4 al 5 de diciembre de 2009 en el club 'Caballo Cojo', fue uno de los incidentes más trágicos en la historia contemporánea de Rusia. Según los investigadores, las llamas se iniciaron por la manipulación inapropiada de cohetes y fuegos artificiales en el interior del local, lo que violó seriamente las normas de seguridad antiincendios. Para decorar el interior del club se habían utilizado materiales fácilmente inflamables como el plástico, que al arder desprende sustancias tóxicas. El incendio costó la vida a 156 personas, que murieron por intoxicación y quemaduras, mientras que otras 64 resultaron heridas de gravedad.

Tras lo sucedido fue incoada una causa penal sobre la tragedia. En las conclusiones de la investigación se considera como responsables a los dueños del establecimiento por haber infringido las normas de seguridad. También se acusó de abuso de autoridad al jefe del servicio de bomberos de aquella región. En caso de ser declarados culpables, los acusados podrían afrontar condenas de hasta 10 años de prisión.

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