Francia llevó a cabo una campaña secreta para suministrar armamento a los opositores libios que se encuentran al suroeste de Trípoli. Este dato apareció en el periódico galo Le Figaro, que cita fuentes bien informadas. Según el artículo, París decidió apoyar a los rebeldes en mayo sin consultarlo con sus aliados en la OTAN.
Esta información fue confirmada posteriormente por el estado mayor de las Fuerzas Armadas francesas. “Hubo envíos humanitarios debido a que la situación humanitaria se estaba deteriorando y en un momento dado parecía que la situación de los civiles de había degradado y que no se podían defender por sí mismos”, declaró el portavoz del Ejército galo, Thierry Buckhard, añadiendo que entre los envíos había armas ligeras y municiones.
Para realizar esos planes Francia transportó por vía aérea hasta las montañas de Jebel Nefusa (oeste del país) lanzagranadas, fusiles de asalto, metralletas y misiles anticarro. Según un alto responsable francés citado por Le Figaro, Francia actuó esta vez en solitario para llevar todo ese material y lo entregó a los rebeldes con un sistema de paracaídas.
De acuerdo con el diario, las armas recibidas por los rebeldes que viven en las montañas les permitieron tomar bajo su control una amplia zona desde la frontera con Túnez hasta el límite de Gharian, a unos 60 kilómetros al sur de Trípoli. Sin embargo, estas acciones pueden constituir una violación del embargo de armas sobre Libia impuesto por la ONU.
Mientras tanto, según informó el ministro británico de Desarrollo Internacional, Andrew Mitchell, durante la misión de la OTAN en Libia ya fue destruida la mitad del potencial militar de Muammar Gaddafi. No obstante, el ministro no hizo ningún pronóstico respecto a las posibles fechas de la finalización de la operación internacional en el país norteafricano.